Representantes de Irán en la ONU y en Bangkok declararon que el país no tiene nada que ver con los atentados cometidos el 14 de febrero en Tailandia, comunicó hoy el portal del rotativo Bangkok Post.
El embajador de Irán ante Naciones Unidas, Mohammad Hasai, envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU en que refutó la información de que Irán supuestamente tenía que ver con las explosiones en Bangkok y con los atentados fallidos contra unos diplomáticos israelíes cometidos en otros países. También afirmó que Israel está organizando provocaciones y operaciones secretas contra Irán.
Anteriormente, el embajador iraní en Talilandia, Madjid Bismark , entrevistado por periodistas locales dijo que tiene fundamentos para sospechar que Israel esté tras las explosiones en Bangkok. Pero esa opinión contradice las conclusiones preliminares hechas por la policía tailandesa, según las cuales unos ciudadanos de Irán eran ejecutores de los atentados malogrados.
El 14 de febrero se produjo explosión en una casa de Bangkok alquilada por tres iraníes, los que intentaron escapar, pero fueron arrestados más tarde. Una estudiante de Irán, que había vivido en esa misma casa, regresó a la patria a comienzos de febrero. Las autoridades iraníes permitieron interrogarla a los policías tailandeses. La muchacha negó tener que ver con las explosiones en Bangkok, dijo que planeaba regresar a Tailandia para proseguir los estudios.
A finales de la semana pasada, la policía tailandesa declaró buscado a un quino sospechoso, presunto instructor de manejo de explosivos, un hombre de 52 años que había llegado a Tailandia con pasaporte de Irán, para adiestrar a los miembros más jóvenes del grupo.
En opinión de los jueces de instrucción, los iraníes arrestados podían estar preparando ataques contra unas personas con empleo de bombas de fabricación casera de baja potencia, pero no planeaban organizar atentados en lugares de concentración masiva de la gente.
La embajada de Israel en Bangkok está bien protegida. Ocupa un piso en un nuevo rascacielos. Tiene su propio servicio de vigilancia que sigue de dónde llegan y en qué dirección salen los visitantes de la misión diplomática. Según expertos, en tales condiciones ninguna organización terrorista decide organizar atentados contra la embajada como tal. Pero sí puede lanzar ataques contra diplomáticos fuera de la legación.
