El presidente ruso Dmitri Medvédev y su homólogo iraní Mahmud Ahmadineyad debatieron hoy la “dramática situación” en Siria y dejaron claro su rechazo a los intentos de injerencia externa en los asuntos de esta nación, informó la oficina de prensa del Kremlin.
“Las partes se pronunciaron por que el conflicto sea superado por los propios sirios con la mayor brevedad posible, sin intromisión foránea y con métodos exclusivamente pacíficos”, señala la nota.
Medvédev y Ahmadineyad subrayaron la necesidad de cesar la violencia en Siria, así como impulsar sin condiciones previas un diálogo constructivo entre el régimen de Bashar Asad y la oposición.
También resaltaron la importancia de continuar en Siria consecuentes reformas políticas, económicas y sociales en beneficio de toda la población.
El objetivo fundamental, según ambos líderes, es “prevenir (en Siria) una guerra civil que podría desestabilizar la situación en toda la región”.
Anteriormente, Medvédev sostuvo conversaciones similares con el primer ministro iraquí Nuri al Maliki y el rey Abdalá de Arabia Saudí.
El mandatario ruso recordó a sus interlocutores que Rusia ejerció su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir que algunas naciones dentro y fuera del Oriente Medio usen el anteproyecto de resolución presentado para implementar “una trama de intromisión foránea en los procesos internos de Siria”.
El conflicto en Siria causó más de 5.400 muertos desde marzo de 2011, según las estimaciones de la ONU correspondientes al pasado mes de enero.
