Los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía se reanudaron hoy cerca del edificio del Ministerio del Interior en el centro de la capital de Egipto.
La policía se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos tras los ataques que los manifestantes emprendieron contra ellos, lanzándoles piedras en una de las calles de la ciudad; asimismo, con un blindado lograron contrarrestar el ataque de los revoltosos contra el edificio de cartera del Interior, haciéndoles retroceder hacia un barrio colindante.
Por la mañana de hoy alrededor de las calles cercanas al Ministerio del Interior se respiraba un ambiente de tranquilidad. Los jóvenes, que se manifestaban en contra de la violencia, se alinearon haciendo una especie de cadena, y se instalaron en todos los accesos al edificio.
Ningún llamado a la tranquilidad influenciaba en los manifestantes, lo que al final desembocó en nuevos enfrentamientos pero con mayor fuerza.
Cerca de la Plaza Tahrir se observaba muchas ambulancias. Los médicos asistían a los manifestantes que sufrían las consecuencias del gas lacrimógeno.
La muerte de 74 personas durante los enfrentamientos entre hinchas tras un partido de fútbol el 1 de febrero en la ciudad de Puerto Said, en el norte de Egipto, fue la causa para que nuevamente estalle la ola de violencia en Egipto.
Desde que comenzaron las manifestaciones y los enfrentamientos el jueves, al día siguiente del drama de Puerto Said, 12 manifestantes murieron en El Cairo y en Suez (norte) y 2.532 personas resultaron heridas, policías y manifestantes, según el Ministerio de Interior.
