El viernes, 16 de diciembre, el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo estrena el ballet “La Bella Durmiente”, apenas un mes después de que hiciera lo propio el Teatro Bolshoi de Moscú.
El viernes, 16 de diciembre, el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo estrena el ballet “La Bella Durmiente”, apenas un mes después de que hiciera lo propio el Teatro Bolshoi de Moscú.
Se trata del primer ballet clásico del coreógrafo español Nacho Duato, así como de la primera obra sobre un escenario de San Petersburgo protagonizada por Iván Vasíliev y Natalia Ósipova, dos estrellas “fugadas” del Bolshoi en busca de una mayor “libertad creativa”. En la foto: Rinat Yulbaritov (Hada Carabós) durante una escena del ballet “La Bella Durmiente” en el Teatro Mijáilovski de San Petersburgo.
El Bolshoi estrenó su versión de “La Bella Durmiente” el pasado 18 de noviembre. Nacho Duato reconoció que no la ha visto todavía. En la foto: un bailarín del Teatro Mijáilovski de San Petersburgo caracterizado como el Pájaro Azul durante una escena del ballet “La Bella Durmiente”.
Iván Vasíliev y Natalia Ósipova intervendrán en “La Bella Durmiente” el 29 y el 30 de diciembre, mientras que los encargados de dar vidas a los protagonistas en el estreno serán Irina Perren (princesa Aurora)…
…y Leonid Sarafánov (príncipe Florimundo), a quien Nacho Duato define como uno de los mejores bailarines del mundo.
Leonid Sarafánov se fue del Teatro Mariinski, también en San Petersburgo, al Mijáilovski en cuanto se supo que Nacho Duato dirigirá el Ballet de éste último. El bailarín explicó que se siente con unas capacidades que son difíciles de realizar con un repertorio tradicional y que espera poder “hacer un paso hacia una nueva calidad artística” bajo la dirección del español.
Según Nacho Duato, su “Bella Durmiente” es una versión “fiel” a la música de Chaikovski, con los personajes de siempre, aunque la princesa Aurora se despierta en medio de un bosque en lugar del tradicional palacio, ya que el nombre original del ballet es precisamente “La Bella del Bosque Durmiente”.
En la versión de Duato, la malvada Hada Carabós es interpretada por un bailarín masculino, tal como manda la tradición, aunque, según el coreógrafo, no es una bruja fea, sino una bella hada, porque, para el español, es muy pobre la idea de que el mal tiene una apariencia repugnante. Al contrario, el mayor peligro puede provenir de lo más atractivo, sostiene el famoso coreógrafo. En la foto: Rinat Yulbarítov en el papel de la malvada Hada Carabós.
Según Duato, la suya es una versión más humana y más cercana a la vida. Aurora es una chica llena de vitalidad y el príncipe no es tan arrogante, el hada habla con la princesa y la toca. Todo es muy natural, asegura el español. En la foto: la princesa Aurora y el príncipe Florimundo.
Anguelina Atlaguich, encargada de la escenografía y el vestuario, afirma que intentó convertir el escenario en un mundo encantado de las hadas teñido de amarillo y rosa. Los trajes diseñados por Atlaguich dan a los personajes un aspecto semejante a las flores, las mariposas y los pájaros. En la foto: bailarines del Teatro Mijáilovski caracterizados como el Pájaro Azul y la Princesa Florina.
Hacía el final, el estilo escenográfico cambia y se aproxima al clasicismo del siglo XIX, y los colores se vuelven más apagados y otoñales. En la foto: el Rey y la Reina.
El vestuario de la obra está realizado en tejidos bonitos y livianos, como el tul, la organza o la seda. Se prescindió de forros, pelucas e incluso antifaces. Según Duato, aunque el Gato con Botas vestirá un gorro, el público deberá guiarse por los elementos plásticos y no los trajes para saber quién es quién. En la foto: el Gato con Botas y la Gatita.
El coreógrafo define su puesta en escena como una historia fantástica con toques de magia, cuando, por ejemplo, en cierto momento el escenario se llena de rosas. No hay que buscar lógica en “La Bella Durmiente”, dice Duato, y recuerda que en nuestros tiempos ninguna princesa duerme cien años. En la foto: la Caperucita Roja y el Lobo del ballet “La Bella Durmiente”.
