La reunión del presidente ruso, Dmitri Medvédev, con los líderes de los cuatro partidos que entraron en la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso), estabilizó la vida política en Rusia.
En la Duma de Estado de sexta legislatura, 15 de los 29 comités quedarán bajo el control del partido oficialista Rusia Unida que también dispondrá de la mayoría de votos en el Consejo de la Duma.
Mientras tanto, tras las elecciones parlamentarias celebradas el pasado 4 de diciembre, el control de Rusia Unida sobre el parlamento ruso se ha reducido considerablemente. En la Duma de Estado de quinta legislatura el partido progubernamental controló 26 comités y la oposición, sólo 6.
Otro aspecto importante que reveló la reunión fue la reacción negativa de los partidos de oposición parlamentarios a las manifestaciones de protesta multitudinarias por el descontento con los resultados en las legislativas.
El líder del Partido Comunista de Federación Rusa (KPRF), Guennadi Ziugánov estigmatizó “la enfermedad naranja que en la antesala de un invierno duro puede paralizar el país que dispone de armas nucleares”.
Según Ziuganov, en el mitin multitudinario sin precedentes convocado el pasado 10 de diciembre en la céntrica plaza Bolótnaya de Moscú se puede ver un guión de “revoluciones de color”, es decir, la revolución naranja en Ucrania y la revolución de rosas en Georgia.
Las declaraciones de Ziugánov y del líder del partido Rusia Justa, Sergei Mirónov, hechas durante la reunión con Medvédev, emiten una señal importante a los activistas políticos y electores. Aunque se pudo oír a los diputados de Rusia Justa y ver las banderas del KPRF en los mítines celebrados el 10 de diciembre en varias ciudades de Rusia, los líderes de estos partidos no respaldan las acciones de protesta.
Esto pone en evidencia los cambios en el escenario político ruso, en el que la oposición parlamentaria y no parlamentaria empezó a acercar sus posturas desde los comicios parlamentarios de 2007, cuando Rusia Unida salió ganadora al reunir el 64,3% de los votos.
“Ziugánov, en realidad, se puso del lado del Kremlin”, comentó la situación el director del Centro de información política, Alexei Mujin.
“Una parte de la oposición que protesta contra la política del gobierno actual debería desdeñar a Ziugánov tras oír sus declaraciones. Pero esto no afectará personalmente al líder del KPRF. Ziugánov dispone de una fracción en el parlamento y las próximas elecciones legislativas se celebrarán dentro de cinco años”, añadió el experto.
A pesar de que el KPRF, Rusia Justa y el Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR) exigieron investigar las supuestas irregularidades electorales y realizar el recuento de votos en los colegios “sospechosos”, es evidente que la oposición parlamentaria y los que salen a protestar a la calle no mantienen posturas afines. El KPRF, Rusia Justa y el LDPR no exigen anular los resultados de los comicios ni están dispuestos a renunciar a sus escaños.
Mientras tanto, las reformas políticas en el marco del sistema existente continuarán. Durante la reunión con los líderes de partidos parlamentarios, el presidente ruso destacó la importancia de que la sexta legislatura continúe la modernización de la economía nacional y la solución de problemas sociales.
Asimismo Medvédev abogó por eliminar las restricciones a la actividad política en Rusia y aumentar el peso y la influencia de la oposición en los comités de la Duma de Estado.
“Se necesita dar pasos decisivos y levantar las restricciones a la actividad política para evitar una ruptura entre los grupos sociales”, dijo el madatario ruso.
Los partidos de oposición que entraron en el parlamento someten a duras críticas el trabajo de las comisiones electorales. Se exige aumentar el número de representantes de la oposición en estas comisiones.
La dimisión del presidente de la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia, Vladimir Chúrov, sigue siendo un tema palpitante. Tanto Mirónov como Ziugánov se pronuncian por cesarle en el cargo. En general, a los que cuentan los votos se les critica más que a los que gobiernan.
“El poder puede iniciar reformas”, dijo el presidente del Centro de ingeniería politica, Igor Bunin. “El problema consiste en que varias reformas evidentes contradicen los intereses de la actual oposición parlamentaria. Es necesario facilitar los trámites de registro de nuevos partidos y restablecer el sistema de circunscripciones uninominativas por simple mayoría de sufragios.
En caso de que se registren nuevos partidos, las condiciones de la competencia serán más duras. Por otro lado, los diputados elegidos en circunscripciones uninominativas sustituirán una parte de los diputados de los partidos de oposición parlamentaria. Así las cosas, es posible que la propia oposición frene estas reformas políticas”, afirma Igor Bunin.
En general, la mayoría de expertos opinan que en Rusia se asiste a desarrollo normal de la situación. Las manifestaciones de protesta autorizadas junto con las reformas bien pensadas es el camino que siguen todos los países civilizados.
El resultado es evidente y deseado por la mayor parte de los ciudadanos de Rusia.
Rusia Unida mantendrá la mayoría absoluta durante la próxima legislatura de cinco años, pero ya no podrá beneficiarse de la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar leyes constitucionales sin contar con el apoyo de otros diputados.
El papel del parlamento se ha reforzado, mientras el gobierno sigue manteniendo las riendas del poder en Rusia.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTl CON LA DE RIA NOVOSTI
