El mandatario de Osetia del Sur, Eduard Kokoity calificó de “revolución naranja” la situación que vive el país caucásico tras la anulación de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 27 de noviembre, mientras la ex candidata a la presidencia de la república, Ala Dzhióyeva, le dio dos días para “recoger lo robado y marcharse”.
“Lo que sucede hoy día es una de las formas de la revolución naranja’, pero no va a prosperar. Se cumplirá lo que decidan el Fiscal y el pueblo de Osetia del Sur”, dijo hoy Kokoity.
El líder suroseta aseguró que no se aferra al poder, sino quiere transferirlo de acuerdo al respectivo procedimiento constitucional.
Por su parte, Dzhióyeva hizo público el ultimátum de la oposición que prevé la dimisión de Kokoity durante los próximos dos días.
“Si durante los próximos dos días decide marcharse, le permitiremos recoger lo robado y vivir allí donde quiera”, dijo la ex candidata a la presidencia del país al intervenir en un mitin en Tsjinval.
Dzhióyeva explicó que el 7 de diciembre vence el plazo de la presidencia de Kokoity, por lo que el político debe abandonar el poder.
La líder opositora añadió que durante la jornada de hoy su equipo elaborará propuestas concretas del traspaso del poder en el país y las anunciará al pueblo.
El 29 de noviembre, el Tribunal Supremo de Osetia del Sur declaró no válidos los resultados de la segunda ronda de los comicios presidenciales, en los que lideró Dzhióyeva, según datos preliminares. Fijó las nuevas presidenciales al 25 de marzo de 2012. Además, dispuso que Dzhióyeva no podrá participar en esos comicios.
Dzhióyeva no aceptó tal dictamen y se proclamó presidenta de Osetia del Sur. La Fiscalía General de la república vio en la conducta de Dzhióyeva un guión de
