Veintidós cachalotes murieron tras quedarse varados en la isla australiana de Tasmania, informó este lunes el Servicio de Protección de Espacios Naturales y Animales Silvestres.
El incidente tuvo lugar en Macquarie Harbour, cerca de la ciudad de Strahan.
En estos momentos, ecologistas y voluntarios locales luchan por salvar la vida de otros dos cetáceos encallados devolviéndolos a su hábitat natural, aunque estas labores se ven dificultadas por condiciones meteorológicas adversas.
El mal tiempo incluso obligó a suspender estas labores que no se reanudarán hasta mañana, martes, lamentó Chris Arthur, portavoz del Servicio de Protección de Espacios Naturales y Animales Silvestres, citado por France Presse.
“A las condiciones meteorológicas las tenemos en contra ahora mismo, aunque con cuidados adecuados estos animales pueden seguir vivos al menos durante varios días más”, señaló.
Según Arthur, pese a estar agotados ambos cetáceos, de unos 25 metros de largo cada uno, continúan golpeando la arena con las colas y expulsando agua.
El ecologista expresó confianza en que los dos cachalotes supervivientes logren salir adelante, al igual que otra pareja de estos animales que pudo regresar anteriormente al océano con la ayuda de los humanos.
En enero de 2011, más de 400 cachalotes quedaron encallados en la costa de Tasmania, para 48 de ellos el incidente resultó mortal. En noviembre de 2008 en la isla australiana aparecieron al menos 150 delfines negros varados, de los que 54 murieron.
Las causas de este fenómeno continúan siendo una incógnita para la ciencia moderna que baraja distintas hipótesis como la actividad humana que origina interferencias de ondas en la ecolocación de los mamíferos marinos.
