El nuevo Gobierno de Libia no es suficientemente representativo, por lo que su futuro continúa muy incierto, advirtió Mijaíl Marguélov, presidente del Comité de Asuntos Internacionales del senado ruso y comisionado del Kremlin para la cooperación con los países de África.
Según Marguélov, quien hizo estas declaraciones en el Centro Woodrow Wilson de Washington, el problema clave del nuevo Ejecutivo libio consiste en la falta de implicación en sus actividades de algunos grupos políticos.
“El futuro del Gobierno libio es muy delicado. El Consejo Nacional de Transición (CNT) lo está formando con gente de Bengasi y Trípoli y pasa por alto a otros sectores del variopinto espacio político de Libia”, afirmó.
El senador ruso explicó que en primer lugar se refiere a miembros de la familia real libia repartidos entre Bengasi y países europeos como Italia o Francia y que tienen “cierta influencia sobre la comunidad política libia y las tribus”.
Por otro lado, también está el entorno de Ahmed Kadhaf al-Dam, un primo del derrocado y ejecutado líder libio, Muamar Gadafi, que a principios del año condenó la violencia contra los manifestantes y emigró a Egipto donde permanece hasta ahora, según Marguélov
“Las últimas noticias que llegan desde Libia son inquietantes, puesto que algunos grupos armados cuestionan la legitimidad del nuevo primer ministro y otros, del CNT en general. El problema de las tribus sigue pendiente”, resumió.
El comisionado del Kremlin adelantó que planea viajar al país norteafricano antes de fin de año para reunirse con miembros del nuevo gabinete. Según Marguélov, Rusia continúa con su papel activo en el arreglo de la crisis libia.
El enfrentamiento armado entre las fuerzas gubernamentales y la oposición libia duró casi nueve meses y causó miles de muertos y pérdidas millonarias a la economía de ese país productor de petróleo.
Muamar Gadafi murió a manos de los rebeldes el pasado 20 de octubre en las inmediaciones de su natal Sirte, tras haber gobernado el país durante 42 años.
