El concierto de gala dado hoy en la ceremonia de reapertura del Bolshoi reconstruido incluía escenas de ballets y arias de óperas que se ponían en su afamado escenario, con un fragmento de “El Lago de los Cisnes” como punto culminante.
El importante acontecimiento de regreso de la compañía al escenario histórico del Bolshoi se venía preparando durante seis años. Fue el tiempo que duró la reconstrucción y la restauración de los interiores del teatro. Su superficie total se duplicó, alcanzando 80 mil metros cuadrados. El escenario tiene ahora la altura de un edificio de seis pisos y está totalmente informatizado.
Célebres políticos, artistas y empresarios se dirigían hoy a la entrada del teatro pasando por una alfombra roja. Tras pronunciar el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, un discurso de salutación, se abrió el telón, cuya restauración llevó cinco años, y el público vio una escena del temas de reconstrucción del Bolshoi.
Un coro en uniformes de la empresa subcontratista de las obras de reconstrucción, Summa Capital, interpretó “¡Gloria!” de la ópera “Iván Susanin”. Luego siguieron fragmentos de ballets y arias de óperas más célebres del Bolshoi. “La Cenicienta” fue presentada en un decorado que reproducía la plaza Teatrálnaya en que se ubica el teatro. Luego el público fue trasladado a Francia de los tiempos de Juana de Arco. La cantante Violeta Urmana interpretó una aria de la ópera “La Doncella de Orleans”, de Piotr Chaikovski.
En “Espartaco”, de Aram Jachaturián, en la parte principal actuó Iván Vasíliev, que es el Espartaco más joven en la historia de este ballet.
El barítono Dmitri Jvorostovski cantó la aria de Yeletski de la ópera “La Dama de Piques”. Después siguieron “Las Llamas de París”, con coreografía de Alexei Ratmanski, “Las danzas de los pólovets”, “Cuadros de una exposición” y como punto culminante, escena de “El Lago de los Cisnes”.
