Los presuntos espías rusos vivían aisladamente en Alemania y casi no se comunicaban con los vecinos

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La pareja de presuntos espías rusos formada por Andreas y Heidrun Anschlag vivía aisladamente en la ciudad de Marburgo, estado federado alemán de Hesse, y casi no se comunicaba con los vecinos, informaron hoy los medios locales.

La pareja de presuntos espías rusos formada por Andreas y Heidrun Anschlag vivía aisladamente en la ciudad de Marburgo, estado federado alemán de Hesse, y casi no se comunicaba con los vecinos, informaron hoy los medios locales.

La familia Anschlag vivía en una casa privada y los vecinos casi nunca los veían. Un vecino relató que cuando la pareja se instaló en la nueva casa lo invitaron a tomar un café. La mujer salía de la casa muy pocas veces y el marido siempre estaba en el trabajo.

El registro que practicó la policía en el domicilio de los Anschlag fue un gran choque para los habitantes de la pequeña ciudad. Los agentes, enmascarados y con armas en mano, salieron de los vehículos, bloquearon los accesos a la vivienda y registraron palmo a palmo la casa y sus alrededores.

La compañía Schunk Group, en la que trabajaba Andreas Anschlag, comentó anteriormente que representantes de la Fiscalía asimismo registraron la mesa de trabajo del supuesto espía ruso.

Andreas y Heidrun Anschlag, de 45 y 51 años, respectivamente, fueron detenidos el 18 de octubre. Al día siguiente, un tribunal de Karlsruhe autorizó el arresto de los esposos, que rechazan las acusaciones de espionaje. Según la prensa, se trata de espionaje industrial.

La revista alemana Der Spiegel informó que los esposos tenían pasaportes austriacos y se hacían pasar por ciudadanos de origen latinoamericano. Las investigaciones realizadas tras su captura revelaron que ni el marido era de origen argentino ni la mujer procedía de Perú como lo habían hecho creer a su entorno.

Los medios de prensa comunicaron, además, que los acusados trabajaban para el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, que hasta el momento no ha ofrecido comentarios al respecto.

Tampoco lo han hecho el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania y la Fiscalía General de este país.

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