El pánico en las bolsas mundiales provoca que los rusos comiencen a retirar sus capitales de los fondos de inversión.
Paradójicamente, los analistas recomiendan lo contrario: no huir del mercado, sino entrar en él mientras los precios están bajos. El único detalle es que todavía nadie sabe si el punto de inflexión a la baja ha sido ya alcanzado.
Ya es el segundo día seguido en el que los fondos de inversión caen en los mercados de valores. Después del mediodía, el índice FTSE perdía un 2,75%; el DAX, un 3,94% y el Dow Jones lo hacía en un 3,68%. Sin embargo, el precio del oro continúa su escalada, alcanzando ya los 1.877 dólares por onza.
Las cotizaciones de la bolsa rusa en la apertura de las sesiones de la misma caían con fuerza bajo los efectos de las ventas masivas en los mercados mundiales. El índice Micex había caído en un 4%, mientras que el de RTS, en un 3,74%.
La culpa de este derrumbe de las cotizaciones ha sido de los datos negativos que llegaban constantemente de EEUU y de Europa, del temor al empeoramiento de la situación de los bancos más importantes y de la alarma general que flota en el aire estos días sobre la posibilidad real de una recesión económica mundial. Y con este escenario de fondo, el consejo es comprar ahora bonos y obligaciones que un futuro se encarecerán.
Es hora de comprar
Las turbulencias en los mercados mueven a los inversores rusos a cometer los errores típicos en estas situaciones, es decir, a retirar sus capitales en el momento de la caída de las cotizaciones. En este sentido, en las últimas dos semanas, de los fondos de inversión han salido unos 21.690 millones de euros.
Según datos de la Liga Nacional de Directivos de Rusia, ahora en el país operan alrededor de 1.305 fondos de inversión, valorados a 19 de agosto en 462,95 mil millones de rublos (11 mil 291.463 millones de euros). Es evidente que la fiebre bursátil no pudo dejar de reflejarse en el estado de estos fondos que perdieron 10,48 mil millones de rublos (255 millones 610 mil euros) en los últimos dos meses.
Es posible que, debido a la experiencia del 2008, los inversores hayan comenzado a retirar su dinero. Eso supone asumir pérdidas, por lo que es mejor esperar a que la tormenta pase y los mercados vuelvan a subir.
“El inversor suele actuar con retraso - afirma el experto de macroeconomía y estrategia de la compañía de inversión TKB Kapital Serguei Karykalin –, llega al mercado cuando todo ya está levantado y se marcha cuando se ha caído”.
A pesar del riesgo, Serguei Karyjalin piensa que este es el momento de comprar las acciones de muchas compañías que han perdido gran parte de su valor tras la ola de pánico.
“Ahora el mercado de valores está atractivo como nunca para entrar en él, no para salir - piensa el analista de la compañía gestora Alfa-Kapital, Dmitri Cherniaev -. Si se dispone de dinero libre, esta es una buena ocasión para comprar con una perspectiva de obtener unos buenos beneficios en un espacio de seis meses o un año”.
La principal amenaza es la caída de los precios del petróleo
Según opina el economista jefe de Deustche Bank en Rusia, Yaroslav Lisovolik, el descenso de las cotizaciones en las bolsas internacionales no solamente incide en los intereses de los inversores privados, sino que afecta a toda la economía rusa, porque conlleva una caída de los precios del crudo. De momento, el precio del petróleo está relativamente alto (un barril de Brent cuesta 106 dólares), pero si baja, la situación puede entrar en un círculo vicioso: el rublo perderá valor, lo que provocará una caída en el mercado de valores que llevará a una mayor devaluación del rublo.
La devaluación de las acciones de las empresas rusas puede llevar a la revisión de sus planes de inversión, añade Serguei Karyjalin.
En caída libre
Pero hasta el momento de las subidas aún hay que llegar. Ahora los mercados están a la baja. “Los inversores están temerosos de una posible recesión, e incluso depresión, de la economía mundial”, comenta Yevgueni Nadorshin. En los últimos días han llegado muchas noticias negativas.
En concreto, el descenso de las cotizaciones está relacionado con la estadística negativa de EEUU. La Inflación en el país en julio se mantiene en un nivel del 3,6%, aunque se esperaba una ralentización hasta el 3,3% anual. La cantidad de nuevos desempleados ha aumentado en nueve mil en la segunda semana de agosto, cuando había un pronóstico de cinco mil. Las ventas en el mercado inmobiliario en julio cayeron en un 3,5%, cuando se esperaba un aumento del 2,7%.
Además, la semana pasada se comentó que la insuficiente reacción de los gobiernos europeos ante la crisis de la deuda y la reducción de la confianza de los inversores podrían obligar al Banco Central Europeo a bajar sus tipos de interés del 1,5% al 1% hasta finales del 2012. De la misma forma, ha sido revisado el pronóstico de PIB mundial del año en curso del 4,2%, como estaba previsto, al 3,9% y en el 2012, del 4,5% al 3,8%.
Peligro de recesión
Según Yevgueni Nadorshin, “la inseguridad ha crecido mucho. La ralentización de la economía mundial es ya un hecho, pero existe la amenaza de que la tendencia al crecimiento se transforme en un periodo de recesión en muchos países. Con el agravante de que todo el mundo entiende que ya no quedan recursos financieros para poner en funcionamiento medidas de estímulo, que regularon y mantuvieron a flote los mercados en 2008-2009.
“Un empeoramiento de la situación puede provocar el aumento de la inestabilidad en determinados países y en las instituciones crediticias más importantes - apuntó Yarolslav Lisovolik -. Esto podría endurecer la crisis muy seriamente. Esta amenaza es uno de los factores fundamentales que han llevado a la caídas de las bolsas”.
Serguei Karyjalin, reconociendo el peligro de recesión, cree que la caída de las cotizaciones sólo es un una corrección ante las expectativas no cumplidas de los inversores sobre el ritmo del crecimiento económico de EEUU.
“Ahora los inversores están revisando rápidamente sus previsiones excesivamente optimistas, que provocaron la caída de las acciones y la fuga de los capitales a los valores-refugio como el oro o los bonos públicos.
El experto aclaró a RIA Novosti que “correcciones como la actual suceden casi todos los días. Después todos se tranquilizan y los mercados se vuelven a nivelar”. Se podría estabilizar los mercados de valores mediante los mecanismos de regulación, como son los bancos centrales de los principales países, - opina Lisovolik. “Su intermediación podría cortar la ola reductora en los mercados de valores aumentando el capital o generando medidas de estímulo de la economía que permitan superar la recesión.
Pero persiste la sensación de que los bancos centrales todavía abrigan la esperanza de que la situación se estabilizará por si sola, sin tener que pagar el precio de la inflación por mantener el ritmo de crecimiento económico”.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
