La situación en Georgia, donde el pasado 21 de mayo comenzaron manifestaciones de la oposición contra el régimen del presidente Mijaíl Saakashvili, no desembocará en una revolución ni en el derrocamiento del gobierno, comentaron hoy a RIA Novosti politólogos rusos.
“Las manifestaciones en Georgia de momento no tienen carácter masivo y por tanto no se puede hablar de una revolución como aquellas que acaban de producirse en África del Norte y Oriente Próximo”, opina el politólogo Alexéi Vlásov.
Según el experto, la evolución de la situación depende de la postura de EEUU. Si el “tío Sam” decide reemplazar a los jugadores clave de la élite política de Georgia, Washington proporcionará apoyo a la oposición georgiana.
“Sin embargo, creo que Saakashvili logrará convencer a sus socios que es una persona importante, si no para Georgia, entonces para sus patrocinadores occidentales”, comentó.
Otro experto ruso, Evgueni Mínchenko, indicó que tales protestas ocurren en Georgia con frecuencia y es poco probable que esta vez la oposición derrumbe a Saakashvili.
La popularidad de Saakashvili en Georgia sigue bastante alta. Además, el líder georgiano cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas, comentó Mínchenko al añadir que la oposición, al contrario, es muy débil y carece de liderazgo.
“Las visitas de una de los líderes de la oposición, Ninó Burjanadze, a Moscú, por un lado le permitieron ganar puntos, pero por el otro, provocaron el descontento de aquellas fuerzas políticas de Georgia que se oponen al acercamiento entre Georgia y Rusia”, indica el experto.
“Pero incluso si logran derrocar al actual presidente, no veo diferencia principal entre él y aquellos que aspiran a ocupar su cargo”, concluyó.
El pasado 21 de mayo en Georgia comenzaron protestas que exigen la dimisión del presidente Mijaíl Saakashvili. Las manifestaciones se centran en torno a la sede de la Televisión Pública.
En las acciones en Batumi y Tbilisi participan miles de personas. Anteriormente se informó sobre enfrentamientos entre los manifestantes y las Fuerzas de Orden, que intentaron dispersar las manifestaciones con armas no letales y gas lacrimógeno.
Una de los líderes de la oposición y la antigua presidente del parlamento georgiano, Ninó Burjanadze, declaró la víspera que en Georgia comienza una revolución.
“Ante tal proceder de las autoridades, empezamos a actuar enérgicamente. Continuaremos nuestra lucha. ¡Ni un paso atrás!”, declaró aludiendo al apaleamiento de unos activistas de la opositora Asamblea Popular por fuerzas de orden en la ciudad de Batumi.
El antiguo ministro de defensa de Georgia, Irakli Okruashvili, anunció a su vez que el próximo 25 de mayo estará en Tbilisi y que entonces “acabaremos con el poder de Saakashvili”.
