La organización de Shanghai tenderá la mano a Afganistán

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Afganistán fue el tema clave de la cita de los ministros de Exteriores de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) celebrada el pasado sábado en Kazajstán.

Afganistán fue el tema clave de la cita de los ministros de Exteriores de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) celebrada el pasado sábado en Kazajstán.

Precisamente la situación en Afganistán condiciona la nueva etapa del desarrollo de la OCS, una entidad muy  importante para toda Asia Central. Es evidente que tras el retiro de las tropas de EEUU y la OTAN del territorio afgano, la situación geopolítica de la región cambiará totalmente.

La agenda para la cumbre de junio está lista

Desde el punto de vista político, la OCS es un mecanismo poderoso. Actualmente, representa una organización internacional clásica comparable con la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático)  o MERCOSUR de América Latina.

La OCS permanentemente desarrolla una importante labor que abarca todos los niveles posibles, desde las cumbres de alto nivel hasta las citas de estudiantes: reuniones de jefes de Estado, de Gobierno, ministros de Defensa, de Cultura, jefes de Departamento para la Lucha  Antidroga, banqueros, etc. Paulatinamente se ponen en marcha programas destinados a crear espacios comunes de seguridad y cooperación en Asia Central.

Los portavoces de los seis países miembros (Rusia, China, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán) acordaron en la ciudad de Alma Atá la agenda de la cumbre que tendrá lugar en la capital de Kazajstán, Astaná, el próximo 15 de Junio.

Para esa cumbre están preparados un gran paquete de documentos: el proyecto de la futura declaración de Astaná, la estrategia de la lucha antidroga y muchos otros. Además, el ministro ruso de Asuntos Extriores, Serguei Lavrov, anunció una importante noticia: “Hace poco, Afganistán solicitó el estatus del país observador. Esta solicitud será estudiada en la próxima cumbre”, indicó el ministro.

Esa decisión determinará no sólo el estatus de Afganistán, sino también de toda la organización, nuevas competencias y el papel que deberá desempeñar a largo plazo. La cumbre de Astaná decidirá la admisión a la OCS de otros países de la región en calidad de miembros de pleno derecho o como observadores.

El inicio y el fin de la época

Hasta ahora, Afganistán tiene un estatus especial en la OCS: el presidente  Hamid Karzai siempre ha asistido a todas las cumbres en calidad de invitado, sin gozar del estatuto de país  observador, como India, Pakistán, Irán y Mongolia. 

Cabe recordar que Afganistán fue una de las razones para la creación de la OCSh hace 10 años, en 2001, en Shanghai. Aún antes de su formación, los líderes de los Cinco de Shanghai (Rusia, China, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán) estaban colaborando para hacer más predecibles las relaciones dentro de la región y la frontera chino-rusa, más segura. En verano de 2001, los países miembros afrontaron una amenaza común, la aparición del régimen Talibán en Kabul. Como el peligro favorece siempre la consolidación, se adoptó por crear la OCS.

Asimismo en 1967, ante el peligro de China comunista con su revolución cultural, fue decidido crear la ASEAN.

En el caso de la OCS, en 2001 el peligro consistió en la aparición de los talibanes en las fronteras entre Afganistán, Uzbekistán y Tayikistán. Hubo riesgo de que los terroristas tomaran en sus manos el poder en Tashkent o en Dusambé.

Pero tras la creación de la OCS, ocurrió el 11-S, y EEUU emplazó sus tropas en Afganistán y la  situación cambió radicalmente.

Tuve suerte de presenciar la histórica sesión de ministros de Exteriores de OCS en Pekín en enero de 2002, cuando se discutió la necesidad de la existencia de la organización teniendo en cuenta las nuevas circunstancias.

Los participantes constataron que era imprescindible: de lo contrario los países centroasiáticos se habrían visto en la situación de Laos o Camboya de los años de la guerra en Vietnam.

EEUU y otros países podrían imponer allí sus regímenes y gobiernos, establecer sus bases militares…

De este modo, los miembros de la OCS propusieron a EEUU y otros países, que en habían  participado en la guerra de Vietnam, una cooperación equitativa en la región. La reacción de Washington a esta oferta es un tema aparte que, en realidad, no reviste hoy mucha importancia.

Pero ahora se vislumbra el fin de esta época. EEUU y la OTAN se retirarán de Afganistán. Y es posible, incluso, que de Pakistán también. Entonces Afganistán puede convertirse en el campo de coexistencia y competencia de intereses de China, la India, Pakistán y, posiblemente, de Rusia, Uzbekistán y otros países. Es decir, intereses de miembros u observadores de la OCS, por lo que  hay que prepararse para esta época nueva.
 
Posibles miembros nuevos

Ya en víspera de la última sesión en Kazajstán se había discutido la cuestión de la posible integración de nuevos países en la OCS en la próxima sesión en Astaná. Seguramente, serán preparados al menos los documentos para la admisión.

El ingreso de miembros nuevos será oportuna. El tema clave ya no es el de Irán que lleva tiempo intentando ingresar allí, aunque no lo dejan de discutir desde hace mucho. Está claro que en cuanto Teherán haga su política más transparente y la ONU levante sus sanciones contra este país impuestas debido a sus programas nucleares, Irán, siendo socio de muchos países de la región, será admitido en la OCSh.

Nuevas discusiones girarán en torno a la admisión de Pakistán y la India y las protestas contra la candidatura de ésta última por parte de China. Porque si no integran la Organización, Afganistán puede convertirse en la manzana de la discordia entre dos, como mínimo, fuerzas regionales.

En cuanto al propio Afganistán, está claro que obtendrá el estatus de observador y, más tarde,  del miembro permanente. Un argumento importante a favor de su admisión consiste en que sin incluir Afganistán en la estructura de cooperación regional, la estrategia de la OCS en materia de la lucha contra el narcotráfico no tendrá perspectivas.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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