El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, manifestó hoy su rechazo a la injerencia externa y el uso de fuerza en los conflictos de Oriente Próximo.
“Son inadmisibles los intentos de imponer desde fuera algunas recetas sobre la estructura institucional o política de un país”, declaró Lavrov de visita en Bagdad.
El canciller ruso también calificó de “inaceptable” la solución de conflictos mediante el uso de la fuerza, “especialmente contra civiles”.
Lavrov llegó este martes a Bagdad en visita de trabajo cuya agenda prevé, en particular, las entrevistas con el primer ministro iraquí Nuri Maliki, el presidente Jalal Talabani, el líder parlamentario Osama Nujeifi y el canciller Hoshyar Zebari.
El ministro ruso ya destacó en rueda de prensa que Moscú desea fomentar la cooperación con Bagdad en varias asignaturas, incluido el sector energético y el de defensa. Se supone que las negociaciones bilaterales también girarán en torno a los cambios que se van operando en varios países de Oriente Próximo y norte de África, así como sus repercusiones en el presente y el futuro del mundo árabe.
