Francia confía en convencer al mandatario de Costa de Marfil Laurent Gbagbo a entregar el poder al presidente electo Alassane Ouattara mediante el diálogo y sin la necesidad de proseguir con la operación militar, anunció hoy el ministro de Asuntos Exteriores del país galo, Alain Juppé.
“Esta obstinación es absurda. Gbagbo ya no tiene opciones, todos le han abandonado. Está en un búnker en su residencia. Continuaremos, conjuntamente con la ONU, ejerciendo presión sobre él para que reconozca que el único presidente legítimo es Ouattara”, dijo el jefe de la diplomacia francesa en una entrevista a la radio France Info.
Juppé expresó la confianza de que los esfuerzos de la comunidad internacional surtirían efecto y sería posible “evitar la reanudación de la operación militar”.
El ministro galo subrayó que ha solicitado a la ONU garantizar la impunidad de Gbabo y su familia si deja el poder.
Anteriormente, Gbagbo negó la intención de abandonar el poder alegando nuevamente que en las elecciones de noviembre pasado logró una victoria sobre Alassane Ouattara, a quien la comunidad internacional ya reconoce como presidente electo del país africano.
El pasado 28 de noviembre, Costa de Marfil celebró la segunda vuelta de los comicios presidenciales. Según la autoridad electoral, Alassane Ouattara consiguió el 54,1% de los sufragios frente al 45,9% de Laurent Gbagbo.
Sin embargo, el Consejo Constitucional anuló los resultados de la votación en siete departamentos de Costa de Marfil, propiciando así la victoria de Gbagbo. La decisión provocó enfrentamientos entre los seguidores y los detractores del régimen que ya causaron centenares de víctimas.
Ayer, el canciller ruso, Serguei Lavrov anunció que Rusia analizará la base legal que permitió a los cascos azules de la ONU intervenir militarmente en el conflicto en Costa de Marfil.
Lavrov se refirió a informaciones sobre una operación militar iniciada por efectivos de la misión de la ONU y el contingente francés desplegado en el país para apoyar a las fuerzas de Ouattara.
Lavrov resaltó que esa ingerencia militare s inadmisible ya los cascos azueles de la ONU estaban sujetos a un mandato que les obligaba a mantener la neutralidad en el conflicto.
