El Ministerio de Exteriores de Túnez solicitó oficialmente la extradición de Zin Al Abidin Ben Ali a Arabia Saudí, país donde el presidente derrocado tunecino se refugió hace más de un mes, informaron agencias internacionales.
“Nuevos cargos han sido presentados contra el ex presidente, que, en particular, está acusado de provocar discordia entre los ciudadanos del país instigándolos a matarse unos a otros”, argumentó la solicitud de extradicción.
La cancillería tunecina solicitó asimismo información sobre el estado de salud actual de Ben Ali, pidiendo confirmar o desmentir los rumores sobre su muerte.
Este mes, el nuevo Gobierno tunecino remitió a Interpol una orden de arresto contra el ex presidente y sus familiares cercanos, propietarios de un patrimonio estimado en 5.000 millones de dólares, por numerosos casos de malversación de fondos públicos y evasión de divisas.
Actualmente, el mandatario depuesto tunecino reside en Yida, ciudad en que las autoridades del reino le facilitaron una vida bastante cómoda, aunque prohibiéndole cualquier actividad política o pública.
El jueves pasado, agencias internacionales comunicaron que Ben Ali entró en coma tras un accidente cerebrovascular y está ingresado en un hospital saudí.
El pasado 14 de enero, en Túnez se produjo la llamada “Revolución de los Jazmines” precedida por un mes de violentas revueltas populares. Los disturbios causaron más de 80 muertos y centenares de heridos. Los daños ocasionados a la economía tunecina se estiman en 1.600 millones de euros.
