El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, manifestó hoy su seguridad de que Rusia tenía intención de acabar con la democracia en Georgia e impedir suministro de hidrocarburos a Europa desde la región del Caspio mediante la guerra ruso-georgiana en Osetia del Sur en agosto de 2008.
“La intervención en el territorio de nuestro país no alcanzó los objetivos planteados, la democracia no fue eliminada, no fueron suspendidos los suministros de petróleo desde la región del Caspio”, declaró Saakashvili en su discurso en la Conferencia para la Seguridad en Munich este domingo.
Saakashvili señaló que no obstante, Georgia tiene la disposición de hacer todo lo posible para disminuir la tensión en las relaciones con Rusia, pero “desafortunadamente, al aumentar el potencial militar en los territorios ocupados las autoridades rusas rechazan nuestro llamamiento”.
Asimismo, el presidente de Georgia aprovechó su discurso en la conferencia para pedir a sus colegas extranjeros mediación en las negociaciones con Rusia.
“La participación de Europa y Estados Unidos en los asuntos de Georgia tiene mucha importancia para hacer volver a la mesa de negociaciones a los que todavía siguen la doctrina de la superioridad militar”, resaltó.
Según el presidente georgiano, actualmente Tbilisi aplica importantes esfuerzos para mejorar las relaciones con la población de Abjasia y Osetia del Sur.
Las relaciones entre Moscú y Tbilisi siguen tensas después de que Saakashvili asumiera la presidencia en Georgia hace siete años.
En la noche del 8 de agosto de 2008, las tropas georgianas atacaron Osetia del Sur (una autonomía de Georgia que luchó por el reconocimiento de su independencia). Rusia, para defender a los habitantes de la república, muchos de los cuales tienen ciudadanía rusa, envió sus unidades militares a Osetia del Sur y tras cinco días de acciones de combate expulsó las tropas georgianas de la república.
Una vez concluido el conflicto, Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia, otra antigua autonomía georgiana, y estableció relaciones diplomáticas con los nuevos estados independientes del Cáucaso.
