Los presidentes de Rusia y Polonia, Dmitri Medvédev y Bronislaw Komorowski, se reunirán hoy en Varsovia para examinar la ampliación de cooperación en materia de energía y seguridad en Europa, los temas polémicos de la historia común, como el llamado “caso Katyn”, el fusilamiento de miles de militares polacos por el régimen estalinista.
“Las partes se proponen consolidar la actual tendencia positiva de las relaciones bilaterales y sentar las bases de una mejora cualitativa de los vínculos ruso-polacos en todos los ámbitos y en base al respeto mutuo y los principios de buena vecindad”, dijo el asesor del presidente ruso Serguei Projodko a los periodistas en vísperas de la visita del líder ruso a Polonia.
Prijodko agregó que los resultados de estas consultas prometen ser “muy positivas e incluso lograr un gran avance” en las relaciones bilaterales deterioradas por una serie de desencuentros entre los dos países en los últimos años.
La reunión prevé la firma de un conjunto de documentos que “será una muestra palpable de la normalización de las relaciones bilaterales”, entre ellos los acuerdos bilaterales sobre el transporte marítimo y la cooperación en la lucha contra la contaminación petrolífera y otras sustancias nocivas del mar Báltico, además la Declaración de cooperación en la modernización económica y la declaración conjunta sobre cooperación en economía”, dijo el asesor del presidente ruso.
“Abordaremos los vínculos económico-comerciales, inversiones, energía y vínculos interregionales”, dijo Prijodko al agregar que “la base práctica para la cooperación de buena vecindad entre Rusia y Polonia consiste en amplios vínculos económico-comerciales”.
Las partes intercambiarán de opiniones sobre los temas claves de la agenda internacional, incluido el problema de la seguridad en Europa en el contexto de las cumbres del Consejo Rusia-OTAN del pasado 20 de noviembre en Lisboa y de la OSCE de los 1 y 2 de diciembre en Astaná.
Además de las negociaciones con el líder polaco el presidente ruso se reunirá con el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Los líderes planean examinar el problema del “caso de Katyn”, clave de la historia común.
Más de 14 mil oficiales polacos hechos prisioneros fueron internados en los campos del Gulag en 1939 en la URSS. En 1943, después de ocupar los nazis las regiones occidentales de la Unión Soviética, aparecieron noticias sobre el fusilamiento de los polacos en los bosques de Katyn, 14 kilómetros al oeste de la ciudad rusa de Smolensk.
Una comisión soviética instituida en 1944 acusó del fusilamiento a la parte alemana.
A finales del pasado mes de noviembre, la Cámara baja del Parlamento ruso adoptó una declaración en la que reconoce que la tragedia de Katyn fue cometido por orden directa de Stalin y otros dirigentes soviéticos.
La declaración adoptada por los diputados rusos condenó esas ejecuciones y expresó sus profundas condolencias a los familiares de las víctimas.
El “caso de Katyn” complicó durante años las relaciones entre Polonia y Rusia. A disposición del presidente de Rusia, el Archivo Nacional insertó en su sitio web a finales de abril de 2010 copias electrónicas de los documentos sobre los polacos fusilados. En mayo Rusia entregó a la parte polaca 67 tomos de la investigación del fusilamiento de los oficiales polacos en Katyn.
