El Banco Mundial (BM) prevé desarrollar “infraestructuras verdes” para conservar al tigre sobre la Tierra, anunció hoy el presidente de la entidad financiera, Robert Zoellick.
“Es un nuevo modelo de negocio para conservar al tigre. El Banco Mundial no financiará ningún proyecto de infraestructuras que pueda causar daño al hábitat natural del tigre”, dijo Zoellick al intervenir en la Cumbre Mundial del Tigre de San Petersburgo.
En su opinión, el principio de “infraestructuras verdes”, una de las cinco medidas del plan del BM para proteger al gran felino, debe ser interiorizado por las instituciones financieras internacionales y los gobiernos.
Por otro lado, el Banco Mundial colaborará en la Iniciativa Global del Tigre puesta en marcha en 2008 y que controlará la ejecución de los 13 planes nacionales para conservar la población del animal.
Además, la entidad se propone financiar las comunidades locales que comparten el hábitat con esta especie amenazada y la lucha contra el tráfico ilegal de productos derivados del tigre, así como colaborará en el aumento de su población.
“Trataremos de movilizar recursos adicionales para ayudar y de captar la atención de la sociedad para que apoye nuestras iniciativas. Nos queda poco tiempo. Este foro es la última oportunidad para el tigre”, apostilló Zoellick.
La Cumbre Mundial del Tigre de San Petersburgo es el primer foro internacional de este tipo que se desarrolla entre el 21 y el 24 de noviembre. La cita reúne a expertos y gobernantes de los 13 países donde habita el felino (Rusia, China, India, Bangladesh, Bután, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Nepal, Tailandia y Vietnam).
Según la Iniciativa Global del Tigre, la población actual del depredador cuenta con 3.200 ejemplares repartidos en su mayoría entre la India (1.400), Malasia (500) y Bangladesh (400).
