Armenia puede resolver “de una vez por todas” el conflicto de Alto Karabaj mediante el empleo de la fuerza, pero jamás atacará primero, declaró el presidente armenio, Serzh Sargsyan.
El mandatario del país caucásico se expresó en estos términos al intervenir ante militares que participan en maniobras en territorio de Alto Karabaj. Durante la visita, Sargsyan estuvo acompañado por el presidente de Karabaj, Bako Saakyan y el ministro armenio de Defensa, Seirán Oganyan.
“En caso de amenaza, no solamente podremos repetir los sucesos ocurridos entre 1992 y 1994, sino que resolveremos el asunto de una vez por todas”, dijo Sargsyan, cuyas declaraciones fueron difundidas hoy por su administración.
El líder armenio subrayó que el país posee suficiente poderío bélico para vencer al posible agresor, y que continuará modernizando sus Fuerzas Armadas, porque está alarmado con la situación en Azerbaiyán.
“Ellos preparan a su pueblo para una guerra, mientras nosotros preparamos a la gente para la paz. Estamos abiertos para compromisos que incluirán el estatuto definitivo de Karabaj y garantizarán la seguridad de su población”, señaló Sargsyan.
Al mismo tiempo, el jefe del Estado armenio dijo que la política de intimidación utilizada por el estado vecino no rendirá resultados.
“Intentan meternos miedo, pero ya pasamos por eso. Siempre hemos estado en contra de guerra, pero en su momento tuvimos que defender nuestra patria. Y si somos obligados a hacer lo mismo, nuestra respuesta será demoledora y definitiva”, concluyó.
El conflicto de Alto Karabaj, el más antiguo en el actual espacio postsoviético, se remonta a 1988, cuando ese enclave poblado en su mayoría por armenios, proclamó su independencia con miras a escindirse de Azerbaiyán y unirse con Armenia.
Tras un referéndum en 1991 comenzaron operaciones militares de gran escala a consecuencia de las cuales Azerbaiyán perdió el control sobre Alto Karabaj y siete distritos azerbaiyanos adyacentes.
Como resultado del conflicto, unas 15 mil personas murieron y cerca de un millón se vieron obligadas a abandonar sus hogares. El 12 de mayo de 1994 en la capital de Kirguizistán, Bishkek, los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán firmaron un alto al fuego que puso fin a las hostilidades.
A partir de 1992, ambos países sostienen negociaciones sobre el arreglo negociado del conflicto en el marco del Grupo de Minsk de la OSCE.
