La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), comenzó en estos días hasta el 12 de noviembre, en Viena, su 99 sesión para la lucha contra el narcotráfico durante el último año en el mundo, y las medidas qué hace falta para seguir progresando.
Este organismo especializado de la ONU asumió las atribuciones de la Comisión Internacional del Opio instituida en 1909 en Shanghái, lo que permite considerarlo como la organización antidroga más antigua, que el año pasado cumplió sus 100 años de existencia.
En la organización, Rusia es uno de los miembros más activos debido a su “papel específico” como punto de cruce de las principales rutas de heroína del mundo, epicentro de las actividades antidroga y, desafortunadamente, por el elevado porcentaje de consumo y distribución de narcóticos en el territorio propio del país.
Debido a su vecindad con Afganistán, principal productor de heroína y del opio, y su ubicación en la ruta principal de la heroína centroasiática, Rusia difícilmente habría podido evitar este problema. La ocupación de Afganistán estadounidense agravó aún más la situación.
EEUU contribuyó a la “heroinización” de Afganistán
Está claro que nadie culpa a EEUU de estimular la producción de opio y sus derivados en Afganistán. Pero tampoco se puede pasar por alto que precisamente en el período de la operación militar estadounidense en Afganistán, este país cambió cuantitativamente y cualitativamente el significado de la heroína en el mundo, las reglas de juego de su consumo y en general, la estructura de comercio ilegal de opiáceos.
Cuando las tropas de EEUU invadieron Afganistán habían demasiados problemas como para ocuparse de los cultivos de adormidera, y sin embargo, ahora comprendemos que fue un error tremendo.
En Afganistán la droga y el terrorismo están interrelacionados. Rusia lleva mucho tiempo intentando convencer a los estadounidenses de que en ese país asiático la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y el cultivo de opio es insuficiente y se realiza de manera equivocada. El gobierno estadounidense solo escucha, pero no actúa, y aquí tenemos los resultados que son bastante desagradables.
Según el Servicio Federal de Control de Drogas (FSKN) de Rusia, desde la invasión estadounidense en Afganistán en 2001 hasta hoy, la producción de heroína en este país creció 40 veces. Cuando las tropas soviéticas abandonaron Afganistán en 1989, ese país estaba muy lejos de convertirse en líder mundial de exportación de heroína, en la actualidad, Afganistán produce el doble de la heroína que se producía en el mundo hace unos 10 años, y suministra el 92% del total de esta droga.
En primer lugar, los suministros se realizan por la frontera con Tayikistán que se considera el líder mundial de tránsito de heroína. Se estima que vía Tayikistán a Rusia llegan 20 toneladas de heroína cada año.
Por los territorios de Turkmenistán, Kirguizistán y Kazajstán pasan, según el informe de la ONU sobre droga de 2010, unas 70 toneladas de heroína anuales.
Rusia ocupa el segundo lugar en consumo de heroína, siguiendo los países de la UE. Se trata de 85-90 toneladas.
Hay que tener en cuenta que todos estos datos son aproximados. Se calculan a partir de las cifras más 430-460 toneladas de heroína incautada por la policía. En consecuencia, todos los expertos admiten que el consumo puede ser más alto y es más que probable que así sea.
Reducción de la producción de heroína. ¿Una tendencia?
Aunque, Viena constató una reducción del 13 % en la producción mundial de heroína, y la ONU estimó que en Afganistán, de 6.900 toneladas en 2009, la producción de heroína cayó a 3.600 en 2010, no hay razones para alegrarse.
Porque se trata de factores temporales. Este año los cultivos de adormidera fueron atacados por plagas., y los últimos tres años el mercado de opio y heroína estaba muy saturado.
El jefe ruso de otra agencia contra la droga de la ONU, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) dice que es demasiado temprano para cantar victoria.
“La situación en los mercados de droga siempre ha sido muy inestable. Tras seguir bajando varios años los precios de heroína y de opiáceos vuelven a crecer. Y eso significa que el cultivo de la adormidera vuelve a ser rentable para los campesinos afganos”.
Ya que la rentabilidad de cultivo de adormidera es altísima, es poco probable que los campesinos opten por cultivos alternativos. La agricultura legal en Afganistán nunca se ha sobrepuesto a la ilegal.
El ejército antidroga
Teniendo en cuenta la drogadicción a nivel mundial y sus consecuencias negativas (terrorismo, crimen organizado, salud, demografía, economía, etc.) actualmente existen demasiados organismos internacionales (como la ONU), intergubernamentales, y regionales (europeos, estadounidenses, asiáticos y africanos) que luchan contra droga.
Sólo en la ONU el número comités, comisiones y programas alucina. Entre ellas vale destacar el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas ECOSOC, que se considera el órgano clave, los anteriormente mencionados JIFE y UNODC, el Programa de la ONU para el Control Internacional de la Droga UNIDCP.
El Comité JIFE, reunido estos días en Viena, es el “hermano” de UNODC y en el seno de la ONU desempeña el papel de depositario de los tres convenios internacionales antidroga: El Convenio Único de 1961 sobre estupefacientes, el Acta de dicho convenio de 1971, así como el Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas de 1971 y la Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas de 1988.
El ejemplo de Rusia en la lucha antidroga
Entre sus tareas, la sesión de Viena figura la prevención de la venta de drogas por vías legales. La entidad lleva mucho tiempo llamando a todos los países a poner bajo control la venta de fármacos por Internet.
En este sentido es muy ejemplar el caso de director de Despmedia, SRL Igor Gusev, instruido en Rusia a fines de octubre. Esta empresa vendía a través de su socio Glavmed.ru fármacos ilegales en los mercados de Canadá y los EEUU. Es un negocio muy popular en la red que tiene una rentabilidad enorme que sobrepasan centenares de millones de dólares.
La JIFE apoyó Rusia en sus esfuerzos por combatir la actividad delictiva a través de los sitios de la red, subrayando que es muy importante continuar la lucha en esta dirección.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
