El director del Servicio ruso de control de drogas, Víctor Ivanov, se pronunció por elaborar una estrategia para combatir el narcotráfico en el hemisferio oriental.
“Proponemos completar el contexto global con el desarrollo de una estrategia antidroga para el hemisferio oriental”, dijo Ivanov al recordar que actualmente hay dos canales globales del narcotráfico, el de la cocaína, que tiene su origen en Latinoamérica, y el de la heroína, que “bulle en Afganistán”.
El narcotráfico, cuya envergadura ya es superior a la del sector mundial del automóvil, desestabiliza los regímenes en varios países, genera acciones extremistas y terroristas, y constituye una amenaza al orden global, destacó el funcionario ruso al intervenir anoche en una conferencia del Grupo Pompidou, organismo internacional creado en 1971 para promover la cooperación en la lucha contra las drogas.
Ivanov propuso usar el plan ruso Raduga-2, cuyo objetivo es hacer frente al narcotráfico de procedencia afgana, como base de la futura estrategia antidroga para hemisferio oriental.
