La sonda “Cassini” descubrió que la superficie de algunos de los satélites de Saturno presenta visibles manchas y rayas rojas, azules y de otros colores que pueden ser huellas del “bombardeo” al que están sometidos estos cuerpos celestes, informó el Laboratorio de Propulsión (JPL, por su siglas en inglés) de la de la NASA.
A partir de las imágenes de Mimas, Encélado, Tetis, Dione y Rea captadas por la sonda entre 2004 y 2009, se confeccionaron mapas en alta resolución que muestran las manchas de colores.
Tras estudiar estas manchas, que parecen huellas que dejan las bolas de Paintball, un equipo de investigadores del Instituto Lunar y Planetario de Houston llegó a la suposición de que las lunas saturninas intercambian “disparos” con sus erupciones.
“Lo más curioso es que los satélites actúan como una familia: su superficie tiene huellas de fenómenos y procesos similares, pero en cada uno a su manera. Parece increíble que los electrones dejen “huellas digitales” tan obvias en la superficie de cuerpos celestes, pero es lo que vemos en varios satélites”, dijo Paul Schenk, responsable del equipo.
Schenk y sus compañeros descubrieron que cada uno de los satélites hace “disparos” de un color determinado. Así, Encélado, que puede albergar un océano bajo la superficie, expulsa chorros de hielo que dejan “huellas” azuladas.
La misión “Cassini-Huygens”, cuyo objetivo es la exploración de Saturno, es un proyecto conjunto de las agencias espaciales de Estados Unidos, Europa e Italia.
La sonda con el módulo de descenso “Huygens” a bordo fue lanzada en 1997 y alcanzó la órbita del planeta en julio de 2004.
“Huygens” exploró la atmósfera y la superficie de Titán, otra de las lunas de Saturno. Tras su desprendimiento, “Cassini” siguió su misión.
A finales de septiembre, después de que su misión fuera prorrogada a 2017, la sonda comenzó una nueva fase de exploración bautizada “Equinoccio” y que consiste en aportar, por primera vez en la historia, datos sobre el ciclo completo de Saturno.
