Moscú, 3 de septiembre, RIA Novosti. Esposas y amantes de los mineros chilenos bloqueados a profundidad de 700 metros están riñiendo por las compensaciones que se pagarán a los afectados, escribió hoy el rotativo británico The Daily Telegraph.
El derrumbe en la mina de San José, cercanías de la ciudad de Copiapó, desierto chileno de Atacama, a unos 900 kilómetros al norte de Santiago de Chile, se produjo el 5 de agosto. En la entrañas de la montaña quedaron atrapados 33 mineros. Pasados 17 días desde el accidente, los socorristas lograron perforar un agujero estrecho en la mina donde debían encontrarse los atrapados, y al sacar la sonda, encontraron una nota en que los mineros informaban que estaban vivos.
Actualmente, el contacto con los atrapados se mantiene a través de un canal de 15 centímetros de diámetro, por el que se les entregan comida, agua y medicamentos. Se estableció comunicación por vídeo, teléfono y mediante cartas.
Las obras de perforación comenzaron el 30 de agosto. Se prevé abrir primero un orificio de unos 33 centímetros de diámetro, luego hacerlo dos veces más amplio para sacar los mineros a la superficie. La operación puede llevar de tres a cuatro meses.
Mientras los mineros esperan la salvación, sus mujeres reunidas en un campamento desplegado en la superficie luchan por recibir compensaciones. Se averiguó que al menos cinco hombres tenían amantes, cuya existencia se ignoraba por sus esposas. En particular, Yonni Barrios Rojas figura entre quienes tendrán que responder a las preguntas poco agradables al salir a la superficie. Su cónyuge, Marta Salinas, de 56 años, se topó en el campamento con una amente de Yonni que vino para rezar por él.
A otro minero, cuyo nombre no se da a conocer, lo disputan cuatro mujeres: su primera esposa, con la que el hombre no formalizó el divorcio; otra mujer con que convive actualmente; la tercera que hace unos años tuvo un hijo de él y una más que asegura tener relación amorosa con él actualmente.
Las autoridades están pensando en cómo encontrar salida de tal situación. Lo más probable es que deberán preguntar a los propios mineros a qué mujer confiar el recibo de las compensaciones, las que pueden alcanzar decenas de miles de dólares.
"En la base del conflicto está la cuestión financiera, lamentablemente. Unos mineros tuvieron hijos con diferentes mujeres, las que pretenden todas recibir compensación", dijo Marta Flores, trabajadora de la Cruz Roja.
"Las mujeres que aman de verdad a sus hombres, se retiraron en silencio, para no causar dolor a las familias, pero otras provocan conflictos. Al campamento llegaron psicólogos para ayudar a las esposas engañadas a afrontar la noticia sobre la traición del marido", añadió.
Los psicólogos que se encargan de infundir ánimo a los bloqueados bajo tierra, ocultan de los mineros lo que está pasando en la superficie. Chequean las cartas que se les mandan para no aumentar zozobra en ellos.
