Moscú, 22 de junio, RIA Novosti. El magnate petrolero Román Abramóvich, dueño del equipo de fútbol Chelsea, ocupa el primer lugar de la lista de magnates rusos poseedores de aviones privados, según ranking elaborado por la revista rusa Finance.
Abramóvich posee un lujoso Boeing 767-300 valorado en $100 millones. Los equipos de abordo de ese avión son comparables únicamente con los del avión del presidente estadounidense, Barack Obama. La nave del magnate va equipada, en particular, con un sistema de misiles antiaéreos.
El segundo lugar corresponde a Suleimán Kerímov, propietario de la petrolera Nafta Moskva y miembro del Consejo de la Federación (Senado ruso). Kerímov tiene un Boeing 737-7BJ/W BBJ de unos $50 millones, un Gulfstream G-V de $35 millones y un Gulfstream G550 de $55 millones.
En el tercer puesto se sitúa David Yakobashvili, copropietario de la empresa líder del mercado ruso de productos lácteos, Wimm-Bill-Dann. Tiene un Bombardier Challenger 604 de unos $28 millones y un Gulfstream GV-SP de $45 millones.
Entre los propietarios de jets privados asimismo figura el magnate metalúrgico y presidente del grupo Onexim, Mijaíl Prójorov, quien posee dos aviones, un Gulfstream GV-SP de $45 millones y un Falcon 900 EX de unos $30 millones.
El presidente del consejo de directores y propietario del banco Russky Standard, Rustam Tariko, posee un Boeing 737-7BJ/W BBJ de unos $50 millones.
Andréi Skoch, diputado de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso), tiene un Airbus A319-115CJ valorado en $50 millones, mientras que Mijaíl Fridman, propietario principal y presidente del consorcio Alfa Group, posee un Bombardier Global Express de $48 millones.
Por último, el décimo lugar corresponde a Serguéi Pugachov, propietario de la Corporación Industrial Unida y miembro del Consejo de la Federación. Tiene un Falcon 2000 Ex Easy de $25 millones y un Gulfstream IIB valorado en $10 millones.
Según estimaciones de expertos, en Rusia hay unos 450 multimillonarios que poseen jets privados. Por lo general, en Rusia se considera un jet privado un pequeño avión de propulsión a chorro de la clase VIP, principalmente de fabricación extranjera y con el número de asientos que no supera 19.
