Moscú/El Cairo, 17 de febrero, RIA Novosti. Tutankamón, el mítico "faraón niño", a pesar de su juventud sufría numerosos achaques de salud, y murió de malaria, reveló un estudio publicado hoy en El Cairo.
Un equipo de investigadores egipcios, italianos y alemanes, encabezado por el jefe del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, Zahi Hawass, contrastó el ADN de la momia de Tutankamón con el de otras diez momias, para poder esclarecer el historial médico y genealógico del joven rey egipcio.
Según el estudio que se inició en junio de 2009, Tutankamón padecía numerosos trastornos genéticos, como una enfermedad ósea o un pie zambo que le obligó a usar bastón para caminar.
Los múltiples problemas de salud debilitaron su sistema inmunitario y, junto a la malaria y la fractura en una pierna, acabaron con su vida en el año 1324 antes de Cristo, a tan sólo 19 años de edad, la mitad de los cuales pasó gobernando Egipto.
En cuanto a la genealogía del joven monarca, los investigadores creen que sus padres fueron el faraón Akenatón, quien reinó entre 1351 y 1334 antes de Cristo, y una hermana suya.
El propio Tutankamón concibió dos hijos que nacieron muertos.
La tumba del "faraón niño" fue hallada intacta por el famoso arqueólogo británico, Howard Carter, en 1922 en el Valle de los Reyes.
Además de la momia, el sarcófago albergaba tesoros de valor incalculable que convirtieron a su dueño en uno de los gobernantes más famosos del antiguo reino egipcio ante los ojos de la opinión pública mundial moderna.
Durante décadas, el origen de Tutankamón y la causa de su temprana muerte fueron un misterio con tintes románticos.
Se especuló que era hijo de la mítica Nefertiti o de faraones como Akenatón, Amenhotep III o Semenejkara y que murió a causa de un accidente o incluso fue asesinado.
