Moscú, 12 de febrero, RIA Novosti. Es conocido el efecto benéfico que los animales producen en las personas con problemas de salud. Pero no puede menos que maravillar el caso de un chico paralizado que antes se desplazaba sólo en un cochecito, pero pudo ponerse en pie al imitar el andar de un patito cojo, informó hoy Mail Online.
Finlay Lomax, de cuatro años, residente en Plymouth, sufrió una hemorragia cerebral en el primer año de su vida, por lo cual quedó paralizado. Hace un tiempo, su madre trajo a casa un patito que cojeaba. La mujer llevó el ave al médico veterinario que le enyesó la pata lesionada. Pero el patito siguió cojeando hasta que su pata se puso bien.
Al niño lo sorprendió tanto verlo andar con yeso en la pata, que quiso imitar sus movimientos. Actualmente, Finlay ya puede cubrir a pie una distancia de hasta cinco metros con la ayuda de un dispositivo para andar. A menudo se puede ver al niño y el patito recorrer juntos la casa.