Moscú, 3 de octubre, RIA Novosti. Sobrecargas dinámicas complementarias y deterioro de estructuras en la segunda turbina ocasionaron la avería que paralizó la central hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, la mayor de Rusia, reveló hoy la Inspección Estatal de Control Tecnológico de Rusia al difundir las conclusiones de una investigación oficial.
"A causa de sobrecargas dinámicas complementarias y frecuentes y deterioro en estructuras de fijación, entre ellas las que sujetaban la cubierta de la segunda turbina provocaron la destrucción de esa cubierta y la ruptura del canal de alimentación hídrica de la turbina", subrayó el documento difundido a la prensa.
El acta sobre la avería más grave ocurrida en Rusia en una de sus centrales hidroeléctricas también expuso que el accidente tecnológico en el que murieron 75 personas se produjo por fallos humanos, negligencia de funcionarios y falta de recursos técnicos de defensa para afrontar situaciones de emergencia en instalaciones de este tipo.
La investigación también estableció que la empresa RusGidro propietaria de la hidroeléctrica, funcionarios responsables de la central incumplieron una seria de reglamentos normas e incluso puntos previstos en leyes federales.
Entre los funcionarios responsables figuran antiguos funcionarios de alto rango como el director de la empresa de electrificación estatal y un antiguo ministro de Energética que aprobaron las actas finales sobre la puesta en marcha de la hidroeléctrica a pesar de defectos e irregularidades en cuanto a las normas de seguridad de la instalación.
Entre esos funcionarios figura Anatoli Chubais actual director de la Agencia Estatal de Nanotecnología y el ex ministro ruso de Energética Igor Yusufov y otros cuatro funcionarios más.
Según estimaciones preliminares, las pérdidas ocasionadas por la vería en la hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya para el pasado 25 de septiembre sobrepasa los 7.338 millones de rublos (cerca de 245 millones de dólares) incluidos perdidas de carácter ecológico.
La hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya quedó totalmente paralizada el pasado 17 de agosto a consecuencia de una grave avería en la sala de máquinas donde operan sus turbinas y generadores.
Como estableció la investigación oficial a consecuencia de sobrecargas dinámicas y deterioro de estructuras se rompió la cubierta de la segunda turbina y también los conductos de agua originando un demoledor impacto hídrico que destruyó tres generadores y sus turbinas, e inutilizó los siete restantes, al quedar sepultados bajo una montaña de escombros y estructuras de acero.
A consecuencia del siniestro, 71 operarios murieron aplastados por los escombros y el agua y otros cuatro continúan declarados desaparecidos.
La avería también ocasionó un vertido de aceite que se propagó corriente abajo en el rió Yenisei, uno de los principales de Siberia, motivo de preocupación por parte de las organizaciones ecologistas ante el riesgo de contaminación.
Con una presa de 245 metros de altura y una longitud de 1.066 metros, la hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, en funcionamiento desde 1078, tiene diez bloques generadores con una potencia de 640 megavatios, y cada uno producía anualmente 22.800 millones de kilovatios hora.
