El Pentágono sondea el terreno ante la visita que el presidente de EEUU, Barack Obama, planea realizar a Moscú en julio próximo, escribe hoy la prensa rusa al comentar las recientes declaraciones de Robert Gates, jefe del departamento militar estadounidense.
El pasado martes, el secretario de Defensa de EEUU reveló a los senadores que Washington debate con Moscú la posibilidad de emplazar en el territorio ruso un radar o centros de intercambio de información sobre defensa antimisil.
El departamento militar de Rusia rehusó ayer comentar las palabras de Gates. El coronel general Alexandr Kolmakov, viceministro primero de Defensa, fue muy lacónico: "Cuando tengamos propuestas concretas, vamos a examinarlas". Por su parte, el portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Andrei Nesterenko, sospecha que las agencias noticiosas confundieron algo al reproducir la declaración de Gates.
En cuanto a los expertos militares, defienden opiniones encontradas al respecto. Vladímir Dvorkin, del Instituto ruso de economía mundial y relaciones internacionales (IMEMO), piensa que "la inercia psicológica de la Guerra Fría" es el único obstáculo que impide a EEUU y Rusia colaborar en materia de defensa antimisil.
Mijaíl Barabánov, director de la revista Moscow Defense Brief, califica de "poco probable" que en Rusia se emplacen algunos elementos del escudo antimisil estadounidense. "Son particularidades en el regateo general que Rusia y EEUU mantienen en torno al despliegue de sistemas antimisiles en la Europa de Este. Por razones políticas y psicológicas, no es real para Rusia dejar que los americanos entren en su territorio. El actual Gobierno ruso no va a examinar tal posibilidad en serio", dijo.
Víctor Yesin, ex jefe del Estado Mayor de las Tropas Coheteriles Estratégicas de Rusia, opina que "a lo mejor se trata de crear un centro común para el intercambio de datos y avisos sobre lanzamientos de misiles". Un memorando a este respecto, recordó, fue firmado en Moscú hace nueve años.
Una fuente solvente del estamento militar afirmó que el objetivo de las nuevas propuestas es "implicar a Rusia en la construcción conjunta de un sistema de defensa antimisil aunque EEUU todavía pretende controlarlo por cuenta propia". "Todo indica que Washington se tomó una pausa: políticamente, le resulta imposible rechazar el despliegue de un radar en República Checa y antimisiles en Polonia pero sí puede congelar la implementación de este proyecto".
Alexander Pikáyev, de IMEMO, duda de que el objetivo de Gates sea llegar a un acuerdo con Rusia. "Es una manera de presionar sobre los checos que, por razones ideológicas, se sienten muy molestos cuando Washington les margina a la hora de negociar con Moscú".
