Bakú, 30 de abril, RIA Novosti. Al menos 13 muertos y 11 heridos es el saldo del sangriento tiroteo que ocurrió hoy en la Academia de Petróleo de Bakú, en Azerbaiyán, y cuyo autor fue un azerbaiyano nativo de Georgia, comunicó el Ministerio republicano de Sanidad.
Al mismo tiempo, la cadena local de televisión ANS reporta 17 muertos y 13 heridos, entre los cuales figuran ciudadanos de Azerbaiyán, Turquía, Siria y otros países.
La embajada de Georgia en Bakú ha confirmado que el agresor fue un ciudadano georgiano, mientras que el Ministerio del Interior y la Fiscalía General de Azerbaiyán comunicaron que se llamaba Gadírov Farda Asad-oglu.
Según relatan los testigos presenciales, el hombre entró en el edificio de la Academia, sacó una pistola y empezó a disparar contra cualquier persona a que encontraba mientras subía las escaleras. Ya en el sexto piso, el asesino tomó rehenes y poco después, sin imponer ninguna exigencia, se suicidó pegándose un tiro.
Las fuerzas del orden han abierto una investigación penal sobre lo sucedido. En rueda de prensa, el Ministerio del Interior y la Fiscalía General de Azerbaiyán informaron que el asesino disparó con la pistola Makárov y que llevaba encima tres cartucheras con 71 cartuchos y, además, dos cargadores para Makárov.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas del tiroteo. Alíev controlará personalmente la marcha de la investigación.
Mientras, los expertos difieren sobre las causas de la tragedia. En opinión del director del Centro de Investigaciones Estratégicas, Rashad Rzakulíev, fue un acto de terrorismo internacional, o una acción de una persona mentalmente enferma.
"Parece una acción política ideada por una organización terrorista o un centro geopolítico y que apunta contra el sistema estatal azerbaiyano con el fin de provocar desorden e inestabilidad en el país; o también, puede ser obra de un esquizofrénico solitario", comentó Rzakulíev a la agencia Novosti-Azerbaiyán.
El psicólogo Azad Isazadze considera, a su vez, que la masacre en el centro docente no fue un acto terrorista, sino consecuencia de una aguda crisis psicológica.
"No creo que fue un acto terrorista porque parece más una aguda crisis psicológica registrada frecuentemente en las escuelas de EEUU", dijo el experto.
Recordó que ya son numerosos los casos de agresión no motivada incluidos los asesinatos, y que sobre todo estos casos abundan en EEUU donde está permitida la venta libre de armas de fuego.
