Moscú, 22 de noviembre, RIA Novosti. La hambruna de la década del 30 del siglo pasado no puede calificarse como genocidio del pueblo ucranio, pues no existen fundamentos jurídicos para ello, ha manifestado Konstantín Zatulin, miembro del comité para asuntos de la CEI de la Duma de Estado y Director del Instituto de la CEI.
"Según documentos jurídicos internacionales, incluidos los vigentes a nivel de la ONU, el genocidio es un crimen cometido adrede y dirigido a liquidar y reprimir a seres humanos por motivos de raza y nacionalidad. Nada de eso tenemos en la hambruna que sufrió Ucrania", dijo Zatulin a RIA Novosti.
El diputado calificó como provocación lo de insistir los dirigentes ucranios en que el hambre de 1932 y 1933 sea catalogada como genocidio.
Según él, ello se hace para agravar las relaciones ruso-ucranias y justificar el "rumbo occidental" que están aplicando los actuales dirigentes de Ucrania.
El parlamento de Ucrania en noviembre de 2006 ya calificó la hambruna como genocidio. Esa posición la compartieron 11 países.
Según ciertos historiadores ucranios, el hambre de 1932-1933 segó de 7 a 10 millones de vidas.
Científicos rusos a su vez señalan que en 1932 y 1933 quedaron afectadas las principales regiones cerealistas de la URSS: Ucrania, el Cáucaso del Norte, las regiones del curso bajo y medio del Volga, una considerable parte de las Tierras Negras, Kazajstán, Siberia Occidental y los Urales del Sur. Según sus datos, del hambre perecieron de 7 a 8 millones de personas: hasta 3,5 millones en Ucrania; 2 millones en Kazajstán y Kirguizistán y hasta 2,5 millones en la Federación de Rusia.