Uno de los mayores contratos internacionales que iba a anotarse la industria aeronáutica de Rusia, el desarrollo del avión militar de transporte para el Ejército hindú (MTA, por la singla de Multirole Transport Aircraft) se ha visto en peligro por la lentitud burocrática. Los documentos necesarios para abordar el proyecto aún siguen sin aprobar, a pesar de que el calendario fue acordado durante la visita de Vladímir Putin a la India. Como resultado, Nueva Delhi ya se plantea la posibilidad de buscar a un proveedor alternativo.
Oleg Démchenko, jefe del grupo aeronáutico ruso Irkut, califica la situación como crítica: "Por culpa del aparato burocrático, llevamos dos años sin elaborar el respectivo convenio intergubernamental". Rusia corre el riesgo de perderse el contrato, porque la parte hindú podría reasignar el proyecto a la brasileña Embraer, la italiana Alenia o la española CASA.
Una fuente del Ministerio ruso de Defensa cree que la Fuerza Aérea de Rusia (FAR) muestra escaso entusiasmo ante el programa MTA, evaluado en US$5.000 MM como mínimo. La ausencia de señales claras de que la FAR planea adquirir importantes cantidades de este modelo es lo que más contribuye al escepticismo de la contraparte hindú.
A falta del MTA, el segmento de aviones de transporte en Rusia se verá totalmente desatendido, porque es el único proyecto con posibilidad de financiación y demanda internacionales, exportable en principio a terceros países, opina Konstantín Makienko, del Centro ruso de análisis de estrategias y tecnologías. Si la India se pone de espaldas a Rusia, Irkut podría ser reemplazado por la brasileña Embraer que hace algunos meses presentó un modelo similar de la clase C390. Como resultado, los burócratas y los militares darán al traste con un proyecto multimillonario y, encima, dejarán a la FAR sin la máquina necesaria, dado que los Antonov-12 serán dados de baja en un futuro próximo, precisó el experto.
