El artículo de Vladímir Putin "Rusia y medio siglo de la integración europea", publicado el domingo, contiene dos ideas fundamentales. Ante todo, que el plan de integración de Europa se hizo realidad no tanto gracias a los acuerdos alcanzados en Roma cuanto al fin de la guerra fría. Y segundo, que hace falta concertar un nuevo tratado a largo plazo para la cooperación estratégica entre Rusia y la Unión Europea, en sustitución del que se firmó hace 10 años y ya ha sido cumplido.
No todos los expertos europeos coinciden con el presidente de Rusia. En opinión de la revista polaca "Nueva Polonia", el fin de la guerra fría es consecuencia del desarrollo de la UE.
Según el politólogo alemán Alexander Rahr, director de los programas para Rusia y la CEI en el Consejo Alemán de Política Exterior, "Putin no quiere entrar en la Historia como el político que ha perdido Europa para Rusia, pero tampoco desea hablar con Occidente como representante de un país débil que necesita ayuda europea". Rahr subraya que Putin escribió un "artículo benévolo para un político al que actualmente critican mucho en Europa".
La tesis más citada en los medios noticiosos de Occidente es la atinente a la necesidad de "elaborar un nuevo tratado de cooperación estratégica".
Adam Eberhardt, experto del Instituto No Gubernamental de Asuntos Internacionales de Polonia, subraya que no son los nuevos documentos los que determinan la cooperación e integración entre Rusia y la UE, sino la actividad concreta que se desarrolla en la energía, el comercio y otros campos.
"Putin habla no sólo de la cada vez más estrecha cooperación entre Rusia y la Unión Europea sino también de la creciente competencia entre ellas", hace constar Yuri Borko, científico del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia. "En cuanto a la edificación de la democracia en Rusia, últimamente Occidente ha empezado a formularnos más críticas y mejor fundamentadas", añadió en entrevista a "Gaceta".
