Los dirigentes de la compañía nacional de petróleo y gas de la India, ONGC, pretenden obtener la parte del 49% en la realización del proyecto "Sakhalin 3" en Rusia. Pero la ONGC puede chocar con una dura competencia por parte de otras empresas extranjeras, tales como ExxonMobil o la china Sinopec, por lo que tendría o acortar sus pretensiones o encontrar a un poderoso consocio ruso interesado en atraer inversiones extranjeras.
La India importa unos 95 millones de toneladas de petróleo al año, o el 73% de su consumo total de los hidrocarburos. Por esta razón, el bloque de Kirinski (unos 720 mil millones de metros cúbicos de gas y 453 millones de toneladas de petróleo), que se prevé explotar en el marco del proyecto en cuestión, presenta interés para la India.
De momento la ONGC participa en el proyecto "Sakhalin 1", junto con ExxonMobil y ROSNEFT, poseyendo el 20 por ciento.
Según afirman en el Ministerio de Naturaleza de Rusia, las licitaciones para "Sakhalin 3" pueden organizarse ya este año, luego de introducir enmiendas en la ley actual "Del subsuelo", la que restringe la presencia de las compañías extranjeras en los yacimientos rusos. Las solicitudes se admiten con tres meses de antelación. Por lo cual la ONGC debe acordar la creación de empresa mixta con una de las compañías rusas, registrarla y presentar la solicitud de participación en las licitaciones hasta el mes de octubre o noviembre del año en curso.
En un plazo tan corto es real hacerlo sólo con ROSNEFT, con la que la India sostuvo negociaciones en más de una ocasión en los últimos tres años sobre la participación en diversos proyectos. En ROSNEFT acaban de confirmar su interés hacia "Sakhalin 3", pero se niegan a comentar la posibilidad de la participación conjunta en las licitaciones.
Partiendo de los principios de la cooperación entre ROSNEFT y la compañía china CNPC en el marco del proyecto "Udmurtneft", es lógico suponer que las condiciones de cooperación con la ONGC serían idénticas: ROSNEFT controlaría de lleno el funcionamiento de la empresa mixta, la financiación correría a cargo de la compañía extranjera, lo que la parte rusa le compensaría cediendo parte de la materia prima extraída.
