Moscú, 19 de enero, RIA Novosti. La primera raqueta de Rusia, María Sharapova, superó ayer jueves la barrera de la segunda vuelta del torneo abierto de Australia y de paso, sobresalió por otros méritos.
Todos los admiradores de María pueden dar ahora un suspiro de alivio. La primera raqueta del Australian Open logró recobrarse en 48 horas después de tres horas de dura prueba con calor de 40 grados a que María se sometió en el match frente a la poco conocida francesa Camille Pin. En otro partido frente a su compatriota Anastasía Rodionova, Sharapova pareció ingrávida. Total que el partido de 58 minutos terminó con un tanteo de 6:0 y 6:3, lo que le sirvió de una especie de buen precalentamiento.
En este Australian Open los organizadores del torneo se muestran rigurosos respecto a quienes no observan el código. Así, por ejemplo, ya después de la primera vuelta fueron multados 11 jugadores por infracciones de tipo diverso: utilizando soplos del público, lanzando objetos, comportándose incorrecto y echando palabrotas.
Muy inesperadamente para el público, María Sharapova también resultó ser infractora del código deportivo, aunque eso de inesperadamente aquí no vale porque le echó al árbitro un taco.
Los admiradores de Sharapova expresaron en foros de Internet más bien su admiración que desaprobación. El videoclip que contiene las palabrotas de Sharapova se ha hecho ya superpopular, y los entusiastas piensan lanzar camisetas con retrato de María y la frase obscena que ella pronunció.
