Una división del monopolio gasífero ruso, Gazprom Marketing & Trading Limited (GM&T), se dedicará a la compra y la reventa de energía eléctrica en Gran Bretaña, Francia, Alemania y Holanda ofreciendo a cambio el gas natural y las cuotas para la emisión del dióxido de carbono CO2.
Se ha firmado ya el respectivo contrato con la británica Deeside, productora independiente de electricidad, y hay planes de extender esa experiencia piloto a otros países de Europa Occidental. Normalmente, Gazprom adquiere en el extranjero compañías distribuidoras del gas para asegurarse el acceso a los usuarios finales pero el nuevo esquema también le permite garantizar una venta estable del hidrocarburo y encima es un negocio muy ventajoso: la electricidad en Europa cuesta tres veces más que en Rusia, aparte de que es un mercado con las reglas del juego muy claras y completamente liberalizado, a diferencia del mercado ruso donde un 90 por 100 de la energía eléctrica todavía se vende a precios controlados.