La empresa Rossiysky Aluminiy (RA) - producto de la fusión entre Rusal, Sual y Glencore - tendrá que pasar todavía por el ‘coladero antimonopolio', o sea, la nueva redacción de la Ley rusa sobre la protección de la competencia, que entrará en vigor el próximo 26 de octubre.
Sin embargo, nadie duda que la transacción ha recibido el beneplácito del Kremlin, así que la nueva compañía difícilmente tendrá problemas graves en Rusia, especialmente, porque un 90 por 100 de sus productos irá a la exportación.
German Gref, ministro ruso de Desarrollo Económico y Comercio, propuso el martes suprimir los aranceles sobre la importación del aluminio para minimizar los efectos negativos que implica la aparición de un nuevo monopolio en el mercado interno. Esta iniciativa podría convertirse en una fórmula de compromiso entre Rossiysky Aluminiy y el Servicio Antimonopolio de Rusia.
Al mismo tiempo, no se descarta que las agencias similares en EE.UU., Canadá y Europa se opongan a la entrada del nuevo coloso cuyo volumen de producción será superior al de Alcoa y Alcan, actuales líderes de la industria mundial del aluminio.
El coste del aluminio fabricado en Rusia se acerca a US$1.788 por tonelada métrica, mientras que Alcoa, por ejemplo, gasta US$1.900 por cada tonelada. Es probable que las autoridades antimonopolio establezcan aranceles prohibitivos, cuotas o precios fijos en relación con los productos de RA, a fin de compensarles la diferencia a las empresas nacionales.
Algunos analistas, sin embargo, señalan que RA tendrá una cuota del 15% en el mercado global, y es poca cosa para que se pongan obstáculos a la fusión. Ahora bien, podrían formularse algunas reclamaciones en materia de las tarifas de energía porque los costes de electricidad en Rusia - un elemento de mucha importancia en la producción del aluminio primario - son muy inferiores a los que existen en Occidente. Pero Rusia, a la hora de negociar su ingreso en la OMC, logró justificar la preservación de esas tarifas bajas, así que el tema en cuestión tampoco tendrá repercusiones graves en el futuro de la fusión.
