Al explicar las razones por las que Rusia se opone drásticamente a las sanciones contra Irán, John Bolton, embajador de EE.UU. ante la ONU, manifestó ayer que esto se debe a la postura proiraní de un grupo de cabilderos en el Kremlin.
Insatisfecha con la postura de Moscú respecto a Irán, la Administración USA afirma que no es la postura de Vladimir Putin sino de una parte de la cúpula dirigente de Rusia y, por lo tanto, no es definitiva.
Alexander Sharavin, director del Instituto de Análisis Político y Militar: En efecto, no existe una opinión común. Por ejemplo, los altos cargos de Economía no disimulan que no apoyan una estrecha cooperación con Irán. Y esta cuestión ha de ser objeto de unas negociaciones rígidas. Por ejemplo, podrían proponernos suministrar grandes cantidades de armamento a Afganistán. Además, podrían adelantarnos propuestas de vender armas a Europa, pues el mercado europeo está cerrado para nosotros.
Irina Jakamada, líder de la Fundación “Nuestra Opción”: Me parece que Rusia apoyará la promesa de EE.UU. de construir reactor seguro de agua ligero a la renuncia a enriquecer uranio. Pero hemos de exigirle a Estados Unidos dividendos en forma de contratos de construcción de centrales electronucleares en otros países.
Nikolai Petrov, miembro del consejo científico del moscovita Centro Carrnegie: Las discrepancias en este caso son inevitables. Creo que en el Kremlin se libra una lucha entre los titulares de los Cuerpos Armados. Unos mantienen postura rígida y otros, moderada. Los primeros se oponen a toda clase de fórmulas de compromiso con EE.UU. Otros se pronuncian en pro, esperando de este modo resolver el problema de ingreso de Rusia en la OMC, así como los problemas en Asia y en el espacio postsoviético. Es algo normal, pues defendemos nuestros intereses nacionales y no los norteamericanos.
Vladimir Zhirinovski, líder del Partido Liberal Democrático de Rusia: Los 15 años de amistad con EE.UU. se tradujeron para nosotros en bases militares norteamericanas en Asia y en revoluciones de color en el espacio postsoviético. EE.UU. ansía apoderarse del petróleo del Caspio y desplazar a Rusia de esta zona. Ningún otro país ha hecho para EE.UU. tanto como hicimos nosotros. Y a cambio sólo escuchamos críticas.
