"Por los nuestros" y "Por París", rezan las inscripciones hechas por los aviadores en los proyectiles.
Los aviones rusos empezaron el 30 de septiembre una ofensiva aérea contra el EI y otros grupos terroristas en Siria a petición del presidente del país árabe, Bashar Asad.
París vivió una serie de atentados el pasado 13 de noviembre; los terroristas abrieron fuego en un restaurante, detonaron tres bombas cerca de un estadio donde la selección del país disputaba un amistoso con Alemania, y tomaron rehenes en una sala de conciertos.
Según las cifras oficiales, los ataques terroristas dejaron 130 muertos y más de 350 heridos.
El 31 de octubre, una bomba estalló en pleno vuelo en un avión ruso con 224 personas a bordo que cubría la ruta Sharm el Sheikh — San Petersburgo.