Puede ser el nombre y el tipo del dispositivo, la marca del fabricante, el número de serie, la información del firmware, el sistema operativo y el de archivos, así como otros datos.
"El peligro consiste en que estos datos caigan en manos de ciberdelincuentes que al identificar el dispositivo podrían detectar sus vulnerabilidades y controlarlo", señaló la empresa en un comunicado.
El experimento demostró que es posible hacerlo con un comando de módem que reinicia el teléfono para una actualización.
Al mayor riesgo, según expertos, se exponen los responsables de decisiones en compañías importantes.
La empresa recordó que los hackers del grupo Red October (Octubre Rojo) habían robado datos de teléfonos después de identificar el modelo gracias a la conexión por USB y atacar el dispositivo con un software especial.