"Este ejercicio explorará cómo responden las agencias de Londres a una situación terrorista que se desarrolla a gran velocidad", explicó la directora de las maniobras, la subcomisaria Maxinne de Brunner.
De acuerdo con Scotland Yard, el simulacro anti-islamista no guarda ninguna relación con la masacre de Túnez, en la que 38 turistas, la mayoría británicos, murieron acribillados a tiros por Seifeddine Rezgui, un tunecino de 23 años.
La operación de entrenamiento comenzó a prepararse en enero teniendo como referencia los ataques islamistas en la sede de la revista Charlie Hebdo en París y la toma de rehenes en una cafetería de Sidney.
Más aquí: Un atentado terrorista en la sede de una revista en París provoca 12 muertos y 20 heridos
Las cámaras de televisión filmaron escenas de falsos muertos y heridos, algunos atendidos por paramédicos, frente a una estación en desuso de la red del metro londinense.
La estación de Aldwich, a pocos metros del Támesis, fue un refugio nocturno durante la II Guerra Mundial, pero hoy se convirtió en campo de batalla entre personal de seguridad y ficticios terroristas.
"El ejercicio lleva al límite más extremo lo que podría pasar para asegurarnos de que estamos preparados si sucede lo peor", señaló Brunner.
Reino Unido está en el segundo nivel más alto de alerta terrorista, indicando que un atentado es posible aunque no inminente.
Además de Scotland Yard, participan en el simulacro los servicios de bomberos, ambulancias, sanidad pública, la oficina del transporte de Londres y departamentos ministeriales.