Un doctor y un paciente murieron este fin de semana en un centro del condado de Luanchuan en una pelea. Dos pacientes ebrios habían acudido para ser tratados por sus heridas en los pies y por razones desconocidas se desató una trifulca con el personal sanitario, según la agencia de noticias oficial Xinhua. Uno de los pacientes, apellidado Li, y un doctor, apellidado Jia, cayeron por el hueco del ascensor durante la refriega y murieron.
Hospital staff demonstrated in Henan China to demand better protection after a doctor were killed by a drunk patient pic.twitter.com/hrLZXYCVyu
— WebonChina (@WebonChina) January 26, 2015
El trágico incidente desató la indignación entre los doctores y enfermeras de todo el condado, que se sumaron a la huelga convocada por el sector para protestar por la falta de seguridad en sus centros de trabajo.
La frustración, los malentendidos y la desconfianza han estimulado la conflictividad en los hospitales en los últimos años.
Tres hombres fueron detenidos este mes después de haber apalizado a una enfermera que perdió como consecuencia al hijo que esperaba, un doctor fue asesinado el pasado año por un paciente en la provincia de Heilongjiang, otro fue atacado con un martillo en Pekín y aún otro murió a navajazos en la provincia de Zhejiang.
Ya en agosto del pasado año se manifestó un centenar de doctores ante la sede del Gobierno provincial de Henan tras una de las muertes.
Algunos doctores y enfermeras de centros de Shanghái reciben clases de kung fu para defenderse de los ataques mientras hospitales de Pekín cuentan con material antidisturbios.
La situación obligó al Gobierno a aprobar una ley el pasado año que contempla seis tipos de delitos severamente castigados como las agresiones físicas y verbales al personal médico o los daños a la propiedad pública.
El año pasado se registraron 115.000 disputas médicas en China, según la Comisión de Planificación Familiar y de Sanidad Pública.
Un estudio de la Sociedad de Gestión de Hospitales señalaba el pasado año que las agresiones habían aumentado un 23% anual desde 2002.
Sanidad, asignatura pendiente
La sanidad es uno de los deberes pendientes de Pekín, que ha aprobado un ambicioso programa para cubrir al 97% de la población con un seguro básico.
La apertura económica jubiló la cobertura médica maoísta, tan extendida como precaria. Se esperaba que, años después, la sanidad pudiera sufragarse por la vía privada, pero eso no ha ocurrido: los doctores tienen unos sueldos miserables y los hospitales han de sufragarse por medios distintos a la inversión pública.
El panorama explica, por un lado, la corrupción imperante y las multinacionales internacionales condenadas por sobornar a médicos para que receten sus productos. Y por otro, que los pacientes chinos salgan de los hospitales cargados de medicinas, necesarias o no.
Un doctor de Henan ha explicado este fin de semana que la relación entre los profesionales de la medicina y sus usuarios estos días están teñidas de desconfianza.
"Tengo que ser muy cuidadoso cuando trato a mis pacientes porque no quiero que me acusen de conseguir beneficios a través de prescripciones innecesarias", ha dicho en condición de unanimidad.
