Ocho décadas después de que Stalin 'inventara' el 'champán soviético', la producción de este vino blanco espumoso experimenta un renacer en la península de Crimea, debido a una tradición larga y precios moderados, que varían desde 7 hasta 10 dólares por botella.
Uno de los admiradores del 'champán' crimeo y de los alimentos rusos en general es el chef del hotel Villa Elena, Bogdán Párinov. Asegura usar únicamente los ingredientes de la península e, incluso, hace sus propios quesos. Una variedad de queso a la que su autor llamó 'Apagón', en 'homenaje' a los apagones eléctricos que sufrió Crimea por el bloqueo eléctrico por parte de Ucrania.
En cuanto a la historia del 'champán' soviético, de ninguna manera atenta contra los intereses de los bodegueros franceses de Champaña, ya que el término se escribe únicamente en cirílico, de veras fue una iniciativa de Stalin para hacer un producto considerado de lujo perfectamente accesible a la clase trabajadora.
Las bodegas crimeas de hoy utilizan el método de Antón Frolov-Bagréyev para obtener vino de buena calidad, apreciado incluso por los expertos como Pável Syutkin, el autor de 'La historia no inventada de la cocina soviética'.