El comunicado destaca que la resolución, a pesar de que no es vinculante, no recibió ningún voto en contra.
"El resultado de la votación refleja que la mayoría abrumadora de los chipriotas aspira a restablecer relaciones mutuamente ventajosas con Rusia en el ámbito económico y comercial", consta en la nota.
Además de la prohibición de entrada y la congelación de activos para decenas de cargos públicos y empresarios, Occidente prohíbe exportar a Rusia armas, productos de doble uso y tecnologías para la producción de hidrocarburos y no permite a los bancos rusos financiarse a largo plazo.
Rusia sostiene que no es parte del conflicto en Ucrania y que las sanciones son contraproducentes pero en respuesta embargó algunas importaciones agroalimentarias de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
El Centro francés de Estudios Prospectivos y de Información Internacional (CEPII) estima que las sanciones contra Rusia causaron a las exportaciones de los países que las introdujeron entre 2014 y mediados de 2015 un daño de 60.200 millones de dólares.
Los países de la UE acumulan el 76,7% de las pérdidas.