"Ahora las relaciones atraviesan el peor momento en las últimas décadas", dijo.
El portavoz del Kremlin también subrayó que Turquía cometió "actos agresivos y traicioneros respecto a Rusia" al derribar el Su-24 ruso en noviembre pasado y sigue sin evaluar estas actividades de manera apropiada ni ofrecer disculpas.
"Desgraciadamente, por ahora no hace falta ni parece posible hablar de las posibles vías para normalizar las relaciones", afirmó Peskov.
Además, el portavoz condenó las acusaciones del presidente turco de que Rusia invade Siria.
"Son absurdas por una razón muy simple; como se sabe las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia se encuentran en Siria por invitación del Gobierno legítimo por eso no se trata de ninguna ocupación", afirmó.
Tras el derribo del Su-24, calificado por el presidente Vladímir Putin como una "puñalada por la espalda", Moscú impuso restricciones económicas a Turquía en los ámbitos de comercio, educación, turismo y empleo.
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea contra el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico) en Siria a petición del presidente del país, Bashar Asad.