"Pienso que a fines del próximo año las pérdidas de los exportadores de productos alimenticios rusos en Ucrania en comparación con 2013 serán de no menos de 700 millones de dólares", escribió este lunes en su blog en el sitio web ucraniano Novoe Vremia.
"Durante muchos años el Kremlin ha estado ideando múltiples motivos para sancionar los productos ucranianos, y Ucrania no respondía; ahora todo ha cambiado y espero que el año que viene pueda rendir un informe a ustedes sobre las grandes pérdidas de la economía rusa debido a las acciones de Ucrania", señaló.
Rutítskaya considera que 2015 se convirtió en un punto de giro de las relaciones económicas entre Ucrania y Rusia en la esfera de los productos agropecuarios.
Según ella, ya en 2014 se tornó claro que el mercado ruso se cerraría para Ucrania por largo tiempo, sin embargo, este país logró prepararse a tiempo y redirigir sus flujos de exportación a Asia y la UE.
"Por ello, en cuanto se impusieron las sanciones ya estábamos listos, y las pérdidas que sufrió la rama serán recuperadas totalmente", señaló.
La funcionaria ucraniana señaló que "le toca a Ucrania dar golpes económicos y cerrar su mercado a los productos rusos", al afirmar que en 2016 la cantidad de productos agropecuarios rusos en el mercado ucraniano se reducirá considerablemente y Rusia saldrá del trío de los principales importadores, cediendo su puesto a Turquía.
Rusia estableció a partir de esa fecha los derechos de aduana en relación con el país vecino para impedir una avalancha de productos europeos libres de aranceles, así como un embargo agroalimentario similar al que aplica a los Estados occidentales que impusieron sanciones a Moscú por su supuesta implicación en la crisis ucraniana.
A su vez, el Ministerio de Desarrollo Económico de Ucrania propuso al Gabinete suspender la zona de libre comercio con Rusia en el marco de la CEI (Comunidad de los Estados Independientes) desde el 2 de enero de 2016 y embargar desde el 10 de enero las importaciones de algunos productos rusos, en particular vodka, chocolate, carne, pescado, cerveza y cigarros.