"En lo que respecta al servicio aduanero, vamos a aumentar el rigor y la contundencia de los controles", dijo en una comparecencia ante la Duma de Estado (Cámara Baja).
El funcionario explicó que, de no ser por las medidas adoptadas por Rusia, su empresariado se enfrentaría a pérdidas de 3.500 millones de dólares a raíz de la implementación del acuerdo de asociación entre Ucrania y la UE, según cálculos realizados a partir del modelo Global Trade Analysis.
"Quisiera destacar que las pérdidas previsibles de los círculos de negocios rusos serían de 3.500 millones de dólares, si no hubiéramos tenido respuesta alguna a la puesta en marcha de la zona de libre comercio de Ucrania y la UE", indicó.
Sin embargo, Rusia está dispuesta a continuar las consultas con Kiev y Bruselas sobre estos temas, aseguró el viceministro.
"No cerramos la puerta y estamos dispuestos a seguir buscando vías para eliminar nuestras preocupaciones, pero siempre y cuando nuestros socios confirmen su disposición a tomar decisiones prácticas y aceptables para ambas partes", declaró.
Lijachov lamentó que hasta ahora no se hayan tomado medidas al respecto, compromiso asumido en los acuerdos de Minsk.
"No se ha dado ningún paso práctico para disipar las preocupaciones rusas en este año y medio", señaló el viceministro, al tiempo que denunció el aumento del flujo de Ucrania de mercancías con certificados de origen falsificados.
Ucrania suscribió en junio de 2014 el Acuerdo de Asociación con la UE que entró en vigor el 1 de noviembre del mismo año, excepto el apartado sobre la creación de la zona de libre comercio que estará vigente desde el 1 de enero de 2016.
A partir de la misma fecha, Rusia implantará aranceles de aduana a Ucrania y un embargo agroalimentario similar al que afecta a los Estados que apoyaron las sanciones contra Moscú, anunció el lunes el jefe del Gobierno ruso, Dmitri Medvédev.
La medida es necesaria para impedir una avalancha de productos de otros Estados a través de la frontera ucraniana, explicó el primer ministro.
