En virtud de la Constitución rusa, el presidente de la nación dirige un mensaje anual a los legisladores en el que hace balance de la situación del país y traza los principales lineamientos de la política interior y exterior.
Se trata de un documento que marca de hecho un plan de actuación del Gobierno a corto y medio plazo.
El jefe del Estado hace público su mensaje en un acto solemne, celebrado en el Kremlin ante los miembros del Gobierno y del Consejo de Estado, presidentes de los tribunales, responsables de la Fiscalía General y jerarcas de las religiones.