"Consideramos que las autoridades turcas han sobrepasado los límites de lo aceptable y arriesgan poner a Turquía en una gravísima situación desde el punto de vista de los intereses nacionales y la coyuntura regional", dijo al reunirse con su homólogo sirio, Walid Mualem.
Un bombardero Su-24 ruso fue derribado el martes en territorio sirio tras ser alcanzado por un misil aire-aire turco en un ataque que el presidente ruso Vladímir Putin tildó de "puñalada por la espalda".
Ankara afirma que la aeronave rusa incursionó en el espacio aéreo otomano, mientras que Rusia sostiene que el aparato no cruzó la frontera y en ningún momento amenazó a Turquía.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró el jueves que su país no presentará disculpas por el incidente.