El presidente subrayó que impedir que se repitan crímenes parecidos al Holocausto es una tarea que aún sigue vigente y que es la más importante que debe asumir la comunidad internacional.
Señaló que "en el mundo en las últimas décadas ha habido enormes cambios, pero aún abundan las ideas misantrópicas".
"Continuamos viendo intentos de dividir la sociedad por nacionalidad, raza, creencias religiosas, antisemitismo, rusofobia así como una intolerancia agresiva ante las tradiciones de otros pueblos y culturas”, reconoció.
Además, Putin dijo que cualquier intento de reescribir la historia es inaceptable y por lo general estos intentos son para blanquear el vergonzoso apoyo a los nazis. “Estos crímenes no han sido olvidados ni es permisible olvidarlos. Cualquier intento por silenciar o reescribir su historia es inadmisible e inmoral”, dijo Putin y añadió que “con frecuencia, quienes quieren callar la historia, lo hacen por la vergüenza que sienten de justificar, de manera directa o mediante el silencio, los crímenes nazis”.
Subrayó que deben recordarse todos los hechos históricos y mencionó que los hechos históricos dan fe de que los seguidores del ucraniano Stepán Bandera y otros colaboradores nazis participaron en la erradicación del pueblo judío en Lvov, Odesa y Kiev.